NO HAY DINERO
Con el Ministro de Fomento, José Blanco, en la firma del convenio para la finaciación con 1.800.000 euros de las obras del Castillo de Castril.
¿Qué esperaban el guarda y su séquito? ¿Que hubiera dinero a mansalva? ¿Ponerse un sueldo por barba? ¿Qué cree que encontramos nosotros? ¿Cómo pensó que funciona en tiempos de crisis la economía de un Ayuntamiento?
¿Qué esperaban el guarda y su séquito? ¿Que hubiera dinero a mansalva? ¿Ponerse un sueldo por barba? ¿Qué cree que encontramos nosotros? ¿Cómo pensó que funciona en tiempos de crisis la economía de un Ayuntamiento?
Es muy sencillo, me temo, hay que buscar, gestionar y romperse los cuernos, no pensar triunfar nunca con el trabajo ajeno. Tiene gracia que presente como cosas logradas y propias, fruto de su gestión, esfuerzos que hicieron otros. Comerse borregos con vino para celebrar y apropiarse del trabajo de otro no parece adecuado para quien se considera a si mismo intachable y honrado.
Dejando a un lado las bromas y los chascarrillos sin gracia, abandonando ese lenguaje de poeta de medio pelo que vicia mi escritura, quiero dejar claro que la situación del Ayuntamiento, en lo que a deudas se refiere, es similar o mejor que la de la gran mayoría de los Ayuntamientos de España, por supuesto que hay muchas facturas por pagar, como siempre. Ese es el principal calentamiento de cabeza y obligación de un Alcalde y de un buen Secretario. De eso se trata, de sacar dinero de dónde sea para cumplir con el ritmo que marcan las necesidades del pueblo. Me podéis criticar lo acertado o lo fallido de mi gestión y el uso que he dado al dinero de todos, pero no podeís ocultar que mientras hemos gobernado hemos cumplido siempre con nuestras deudas y pagos, más tarde o más pronto y, sobre todo, hemos sido capaces de conseguir mucho dinero para generar empleo, moviento y riqueza y, como no, para pagar las deudas. Al Ayuntamiento no te trae nada nadie. Hay que correr muchos pasillos y despachos, vivir colgado al teléfono y tener, nadie lo dude, buenos y variados contactos. No vale enrocarse en echar la culpa al otro, eso sirve unos meses. Al final solo cuentan los resultados y el fruto de la gestión que uno hace. Yo me hice cargo de la herencia de Joaquín, que no era ni de lejos tan saneada como la que el guarda ha encontrado. Por más que se llene la boca con un recurrente "no hay dinero", el otro lo gastó todo. Creo no equivocarme al pensar que se vino abajo el telón y de golpe han descubierto que no era tanto mi sueldo, que no había tantos con nómina y que lo que sí había era "arte" para buscar, donde fuere, lo que la gente demanda. Lo mismo ocurre en el vilipendiado Centro Saramago, nadie esconde que debe facturas, no de las que algunos hablan, no de bodas o fiestas, si de otros conceptos y debidas a gente que, evidentemente, ha de cobrar lo pactado. No será fácil pagar si no podemos gestionar las ayudas y subvenciones, lo que "ayuda" muy poco es sembrar el proyecto con mala intención, confusión y sospechas.
Es de inocentes e incautos creer que en el Ayuntamiento hay un banco, lo que hay es que esforzarse y afrontar con valentía los retos que supone la responsabilidad de gobernar en un municipio con pocos recursos y dependiente de los que se pueda sacar a otras administraciones. Ese ha sido nuestra gran baza, esa capacidad para buscar fonfos y dineros que han servido para cambiar, al menos un poco, el progreso de nuestro pueblo. Conservar y cuidar lo bueno y cambiar, para mejoralo, aquello considerado como malo. Ese es realmente el camino más serio. En dos ocasiones he hablado con el Alcalde y le dije lo mismo, "me culparás de todo un tiempo, pero la gente no aguantará mucho ese argumento". Puede ser que yo haya vivido el fin de una etapa y que por las circunstancias que sea, por buena gestión o pura suerte, lo cierto es que en los últimos años tuvimos y estuve al frente de un movimiento de trabajo, inversiones y proyectos difíciles de repetir. Perdonad mi escasa modestia, lo creo así firmente y está a la vista de todos.
Espero que pasado el tiempo podamos reconocerlo con la óptica más serena que da el tiempo. No todo el mundo me recordará solamente por los infundios que de mí se dicen y de la supuesta e inexistente riqueza que me atribuyen en casas en paraísos lejanos y opacos. Lo siento por quien lo crea, sin otro argumento ni dato, no hay casa, apartamento, chalet, villa o riqueza escondida. Hay lo que ves y es público y contrastado. Generoso regalo, a quien pueda encontrarlo, propiedad, casa o piso de la que sea propietario. A salvo queda mi piso, nave y ruinoso cortijo, que compré con mi esfuerzo y con mis propios dineros. Difamar es gratis, cuando escondidos no damos la cara en lo hablado. Insisto y regalo a quien los encuentre, los bienes que me atribuyen y que deben ser fruto de actos ilegales y oscuros. Me cuesta aceptar este vicio de difamar sin más pruevas que las que aportan los chismes, por deporte o disfrute, por maldad o aburrimiento. No es justo y yo lo padezco, que se ensucie para siempre el nombre de quien no lo merece. Creo además, dejando muy atrás la necesaria modestia, que hay más aciertos que fallos. Hay compromiso, pasión y proyectos. Hay ejemplo y gestión. Hay un trabajo ya hecho.
El tiempo juzgará en su balanza, lo bueno y lo malo que he hecho. La esperanza que tengo y deseo es que ese juicio destaque y valore lo que me ocupó muchos años de entrega y desgaste. Dicen que la política es ingrata por naturaleza y que siempre habrá quien sin razón te critique por algo, ¡vaya consuelo!. ya era consciente de eso, pero no me consuela y revela aceptar que eso justifiqua este peso. Me molesta que bienes que no poseo me inventen, que me acusen de caco y de afanar o hacer mío patrimonio dudoso y ajeno.
Ya se acaba este escrito, con firme juramento, de no escribir más en verso, ni abusar de las comas o los ramalazos de viejo.
Dejando a un lado las bromas y los chascarrillos sin gracia, abandonando ese lenguaje de poeta de medio pelo que vicia mi escritura, quiero dejar claro que la situación del Ayuntamiento, en lo que a deudas se refiere, es similar o mejor que la de la gran mayoría de los Ayuntamientos de España, por supuesto que hay muchas facturas por pagar, como siempre. Ese es el principal calentamiento de cabeza y obligación de un Alcalde y de un buen Secretario. De eso se trata, de sacar dinero de dónde sea para cumplir con el ritmo que marcan las necesidades del pueblo. Me podéis criticar lo acertado o lo fallido de mi gestión y el uso que he dado al dinero de todos, pero no podeís ocultar que mientras hemos gobernado hemos cumplido siempre con nuestras deudas y pagos, más tarde o más pronto y, sobre todo, hemos sido capaces de conseguir mucho dinero para generar empleo, moviento y riqueza y, como no, para pagar las deudas. Al Ayuntamiento no te trae nada nadie. Hay que correr muchos pasillos y despachos, vivir colgado al teléfono y tener, nadie lo dude, buenos y variados contactos. No vale enrocarse en echar la culpa al otro, eso sirve unos meses. Al final solo cuentan los resultados y el fruto de la gestión que uno hace. Yo me hice cargo de la herencia de Joaquín, que no era ni de lejos tan saneada como la que el guarda ha encontrado. Por más que se llene la boca con un recurrente "no hay dinero", el otro lo gastó todo. Creo no equivocarme al pensar que se vino abajo el telón y de golpe han descubierto que no era tanto mi sueldo, que no había tantos con nómina y que lo que sí había era "arte" para buscar, donde fuere, lo que la gente demanda. Lo mismo ocurre en el vilipendiado Centro Saramago, nadie esconde que debe facturas, no de las que algunos hablan, no de bodas o fiestas, si de otros conceptos y debidas a gente que, evidentemente, ha de cobrar lo pactado. No será fácil pagar si no podemos gestionar las ayudas y subvenciones, lo que "ayuda" muy poco es sembrar el proyecto con mala intención, confusión y sospechas.
Es de inocentes e incautos creer que en el Ayuntamiento hay un banco, lo que hay es que esforzarse y afrontar con valentía los retos que supone la responsabilidad de gobernar en un municipio con pocos recursos y dependiente de los que se pueda sacar a otras administraciones. Ese ha sido nuestra gran baza, esa capacidad para buscar fonfos y dineros que han servido para cambiar, al menos un poco, el progreso de nuestro pueblo. Conservar y cuidar lo bueno y cambiar, para mejoralo, aquello considerado como malo. Ese es realmente el camino más serio. En dos ocasiones he hablado con el Alcalde y le dije lo mismo, "me culparás de todo un tiempo, pero la gente no aguantará mucho ese argumento". Puede ser que yo haya vivido el fin de una etapa y que por las circunstancias que sea, por buena gestión o pura suerte, lo cierto es que en los últimos años tuvimos y estuve al frente de un movimiento de trabajo, inversiones y proyectos difíciles de repetir. Perdonad mi escasa modestia, lo creo así firmente y está a la vista de todos.
Espero que pasado el tiempo podamos reconocerlo con la óptica más serena que da el tiempo. No todo el mundo me recordará solamente por los infundios que de mí se dicen y de la supuesta e inexistente riqueza que me atribuyen en casas en paraísos lejanos y opacos. Lo siento por quien lo crea, sin otro argumento ni dato, no hay casa, apartamento, chalet, villa o riqueza escondida. Hay lo que ves y es público y contrastado. Generoso regalo, a quien pueda encontrarlo, propiedad, casa o piso de la que sea propietario. A salvo queda mi piso, nave y ruinoso cortijo, que compré con mi esfuerzo y con mis propios dineros. Difamar es gratis, cuando escondidos no damos la cara en lo hablado. Insisto y regalo a quien los encuentre, los bienes que me atribuyen y que deben ser fruto de actos ilegales y oscuros. Me cuesta aceptar este vicio de difamar sin más pruevas que las que aportan los chismes, por deporte o disfrute, por maldad o aburrimiento. No es justo y yo lo padezco, que se ensucie para siempre el nombre de quien no lo merece. Creo además, dejando muy atrás la necesaria modestia, que hay más aciertos que fallos. Hay compromiso, pasión y proyectos. Hay ejemplo y gestión. Hay un trabajo ya hecho.
El tiempo juzgará en su balanza, lo bueno y lo malo que he hecho. La esperanza que tengo y deseo es que ese juicio destaque y valore lo que me ocupó muchos años de entrega y desgaste. Dicen que la política es ingrata por naturaleza y que siempre habrá quien sin razón te critique por algo, ¡vaya consuelo!. ya era consciente de eso, pero no me consuela y revela aceptar que eso justifiqua este peso. Me molesta que bienes que no poseo me inventen, que me acusen de caco y de afanar o hacer mío patrimonio dudoso y ajeno.
Ya se acaba este escrito, con firme juramento, de no escribir más en verso, ni abusar de las comas o los ramalazos de viejo.
¿No te da verguenza escribir esto? que burla mas hipocrita hacia los castrileños , decir que te has roto los cuernos para buscar dinero para crear empleo ¿pero a ti es que te arrancaron la verguenza cuando naciste o es que la has ido perdiendo por el camino a lo largo del camino? Que equivocado estas si crees que por que pase el tiempo los castrileños se olvidaran del pesimo gestor que has sido para nuestro pueblo ,TE RECORDARAN, Y CADA VEZ QUE TE NOMBREN SERA PARA DESCALIFICARTE Y DESONRANTE QUE NI MAS NI MENOS QUE LO QUE TU HAS HECHO CON TODAS SUS GENTE
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