PROPÓSITO DE ENMIENDA
No hace mucho cometí un grave error. Me costó reconocerlo, lo hice y lo hago públicamente hoy, para pedir unas disculpas que con toda seguridad no serán aceptadas. Siempre he sido muy crítico con las intenciones de la Presidenta del AMPA del C.P. Virgen del Rosario de Castril. Desde su aterrizaje en la citada asociación tuve la impresión de que ocupar ese puesto obedecía, más que al trabajo por la mejora de los medios y funcionamiento del colegio, a una estrategia de generar conflictos contra el Ayuntamiento. No me equivoqué del todo y me arma de razón cuanto ha sucedido entre dos entidades que están obligadas a entenderse y a colaborar lealmente. Nuca tuve la ocasión de mantener una reunión con la Presidenta, nuca me trasladó personalmente problemas o demandas del AMPA. Hubo escritos, eso sí, y alguna polémica. Sin embargo nada de eso justifica una carta que le envié en respuesta a uno de esos escritos. Reconozco nuevamente que me ha costado ver mi error e incluso creí sinceramente que mi carta era correcta y respondía en los mismos términos que la de la Presidenta. Pero cometí el error de hacer valoraciones injustas, machistas y faltas de respeto y rigor. Una vez reconocido el fallo me parece de justicia reconocerlo y hacer pública una disculpa que, como dije antes, no será aceptada. Me doy cuenta de que es fácil cegarse y excederse cuando uno tiene tantas responsabilidades y problemas, pero mi obligación era y es la de mantener siempre el respeto a los demás y mucho más a los representantes de asociaciones y colectivos. Faltando el respeto a uno de estos representantes se le falta a todos sus socios y componentes y de paso, se hace un flaco favor al cargo que uno ocupa. Fui grosero con Yolanda y incurrí en el grave error de hacer juicios de valor y consideraciones que no eran de mi incumbencia, ni deberían haber sido escritas por un cargo público. Ya lo he dicho en otras ocasiones, me cuesta aceptar las críticas y reconociendo eso y para no repetirlo, me propongo enmendar el defecto y reconozco que la Presidenta del AMPA de Castril, Doña Yolanda Quijano no merecía el escrito que yo le envié y que nunca debí escribir. Le pido públicamente disculpas por ello, a ella y a los socios de la asociación que preside. No lo hago como una pose interesada, ni responde a una falsa redención.
Aunque me cuesta encajar las críticas, supe aceptar y entender los argumentos de quién me aconsejó y mostró el error, como siempre tan oportuna y acertadamente. Ella sabe que sus consejos son órdenes para mí y me pesa como una losa el respeto y la consideración que su opinión sobre mí y mis actos le merecen.
En los años al frente del Ayuntamiento he tenido numerosos encuentros con las distintas AMPAS de los colegios del municipio, los ha habido de todo tipo. Nunca había tenido un desencuentro tan evidente como el surgido con la actual AMPA de Castril. Ninguno de los componentes de las distintas directivas de las AMPAS puede decir que no fue correcta y cordialmente atendido cuando trató conmigo. Es posible que en el tema que nos ocupa se hayan mezclado otros conflictos de índole personal, quizás torpemente utilizados por ambas lados.
Lo ocurrido exige lógicamente una rectificación, yo rectifico públicamente y me disculpo con Doña Yolanda Quijano y lo hago con siceridad y verdadero propósito de enmienda, aunque ni se acepten mis disculpas, ni tengamos ya la ocasión y el difícil reto de trabajar juntos en la mejora de nuestra oferta educativa.
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