UN NUEVO CONSEJO, NO MÁS LEÑA AL FUEGO
Atizando y metiendo candela al Horno de la Tejera, una vez restaurado por el Ayuntamiento de Castril.
Era la primera vez, después de muchos años sin uso, que volvía a encenderse para cocer las mejores tejas y ladrillos de barro del mundo.
CONSEJO NUEVO. CUIDADO CON EL FUEGO QUE QUEMA.
Me han regalado un inteligente consejo nuevo. En práctica lo pongo al instante, no me demoro un momento. No me queda otra opción y lo acepto gustoso, veniéndome de quien me viene y con ánimo tan generoso . Si lo que busco en la vida es buen rollo y cariño, no me ayuda en exceso, escribir sobre algunos que no merecen mi tiempo.
No escribiré de mi primo, pensaré mejor lo que escribo y no citaré más, lo prometo, al que se esconde en la humareda del puro.
Difícil meta me impongo, muy complicado lograrla. Del consejo la dueña, de mi parte merece, que en intentarlo me empeñe aunque cueste y no plazca. Que los citados me odian no es un secreto, para evitar que este odio engorde y nos dañe, no echaré al fuego lumbre, munición o más leña, ni atizaré con el lápiz las llamas de la candela.
Me propongo cambiar estos gestos, no quiero ser ellos, cada cual su conciencia, yo quisiera ser libre de tan malos deseos.
Me propongo cambiar estos gestos, no quiero ser ellos, cada cual su conciencia, yo quisiera ser libre de tan malos deseos.
Aceptando el consejo, que generosa me prestas, algo nuevo me enseñas. A mirar a otro norte y alejar de mi vida, gozoso, tan inútiles penas.
Por los consejos que me ofreces,gracias, gracias, gracias y gracias mil veces.
Por tu amistad, tu ejemplo, tu norte y tu guía, gratitud, gratitud, gratitud.
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