En una de la reuniomes con los responsables de la Agencia Andaluza del Agua.
Voy a dedicar un momento ha comentar un asunto importante y complejo. Me refiero al tema de los nuevos regadíos y lo que supondrán para Castril si somos capaces de separar el grano de la paja y valorar de una manera justa y rigurosa lo hecho y lo que todavía queda por hacer. Me dice Agustín, con cierta preocupación, que arrecian los comentarios y bulos que tratan de manchar y sembrar dudas entre los agricultores que forman parte de esta comunidad. Hace falta ser necios e hipócritas para lanzar piedras sobre ese tejado y hacer mociones de pleno para apoyar de boquilla lo que en privado se intenta hundir. El proyecto de los nuevos regadíos no es un proyecto mío, aunque haya trabajado al lado de Agustín como si así fuera. Es un proyecto puesto en pié por los agricultores y supondrá un futuro tan positivo e importante que no apoyarlo es, sencillamente, de locos. En todo este tiempo hemos tenido que asistir a como había un torpedo o una zancadilla a cada paso, el más beligerante y activo de todos un tal Alejandro Ramos, un buen amigo de Antonio Ortiz, al que no imagino lejos de todos estos desvaríos. Jamás en la historia de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ha existido un expediente con tantas alegaciones y denuncias en contra, como el que afecta a los regadíos de Castril. Desde Ecologistas en Acción, ASPEC (que son los de la pesca sin muerte, para no matar, la verdad, es que casi han matado ya buena parte de la vida del río) a otras asociaciones como FERAGUA, todos y cada uno de ellos han empleado una gran energía y recursos en que los regadíos, tantas veces anunciados, no hayan llegado todavía y sigan complicados en la maraña de alegaciones, denuncias y, porqué no decirlo, en la torpeza y desgana de los responsables políticos que han participado en el tema. Me dice Agustín que crecen los rumores que insisten en minimizar lo realizado y en asegurar que como Alcalde, yo no he hecho nada y si bien es cierto que todavía no hay una resolución favorable, nadie podrá decir, sin faltar a la verdad, que no me he dejado la piel y, en mi opinión, hasta el prestigio y la credibilidad en el empeño. Es criticable, eso sí, los pobres resultados ante tanto esfuerzo y ante la ingente confianza puesta en mi. Me siento muy orgulloso, con toda seguridad ha sido mi principal objetivo, de haber participado en este sueño, de haber estado al lado de Agustín García Martínez y de los comuneros de una Comunidad de Regantes que, pese a quien pese, es uno de los mejores y más positivos ejemplos en los que mirarse y de los que aprender. De gente humilde y con ganas de trabajar para lograr un futuro mejor y hacerlo de la mejor manera posible, unidos y haciendo un frente común. Vuelvo a echar mano del juicio del tiempo y si la gente tuviera acceso y conocimiento fundado sobre los hecho y el trabajo realizado, si se valorara en empeño y la fe, el esfuerzo y las legítimas aspiraciones de nuestros agricultores, todo el mundo sería conciente y contrario a las injustas zancadillas que han sufrido y padecido a lo largo de estos años. Me duele, aunque sea cierto, que muchos achaquen esta actitud beligerante y contraria de grupos supuestamente ecologistas, a una batalla centrada en contra de mi persona y que, de ese modo, soy yo responsable de las trabas que ha soportado el proyecto. Esa es una carga muy pesada y me duele pensar que esté sustentada en la realidad. Me parece de insensatos o idiotas hundir semejante proyecto por hundirme políticamente a mí.
Hay en toda esta historia un personaje central que merece una referencia especial, me refiero, me lo habréis oído en otras ocasiones, a Agustín “Chicolete”, a su lado he estado estos años e, insisto, con él me he dejado la piel. El sí merece del pueblo y la gente, que seamos justos y sepamos valorar que lo hecho hasta ahora, el modo utilizado para hacerlo y la capacidad de trabajo y sufrimiento que carga a su espalada, le hacen merecedor del respeto que tanto nos cuesta aplicar. Podría decir que hemos sido victimas de la mala suerte, con los vaivenes de la Agencia del Agua y la CGH, sentencias, decretos, competencias y mucha, mucha, muchísima burocracia inútil y eterna que otros han aprovechado, buscando huecos y vueltas, para que hoy sigamos esperando lo que injustamente tenemos que esperar.
No se cual será el final de la historia, yo sigo ayudando en la sombra y sin pausa, espero que el nuevo Alcalde, que oyó de la boca de los responsables de la CHG y de la misma junta directiva y socios principales de la Comunidad de Regantes, la valoración que hacían de mi labor. Espero de él, que sea conciente de la transcendencia del asunto y de la vital importancia que supone obtener finalmente la necesaria concesión del agua para regar.
Si hablamos de engaños y buscamos culpables de los autores de esas supuestas mentiras, he de decir convencido y sincero, que de haber engañados, de ellos fui uno y que jamás actué o hice gestiones de las que no estuviera al tanto y conforme el Presidente y la Junta Directiva de la referida Comunidad. No podemos evitar comentarios, no podemos impedir que propaguen infundíos o bulos. Podemos y sería necesario, hablar solamente, cuando se tengan argumentos, verdad y razones.
Apañados vamos con María Isabel Iruela, que es la Concejala de Agricultura y tractorista y bruta como ella sola, rural y embrutecida, como rédito tiene muy pocas simpatías entre los agricultores y socios de la Comunidad de Regantes, fruto de su insidiosa labor dedicada a poner su larga zanca en contra de los regadíos.
Otra de las muchas falsedades tuyas.
ResponderEliminarLos nuevos regadios es una fasa para dividir a tu pueblo y asi poderse llevar el Rio con menos oposicion popular.
Donde está el dinero puesto con buena fe por los supuestos nuevos usuario de los riegos, ¿quizá ya se ha invertido en gastos de secretaria y administradores?, que todo lo que toca Domingo el Coronado lo arruina.
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