A LA PUTA CALLE

¡A la puta calle! No hay nada más que hablar, no importan los servicios prestados o los derechos adquiridos en los años trabajados. Hay muchos compromisos que atender y para ello hay que despejar el camino de empleadas de limpieza en colegios o de la ayuda a domicilio.

Se cubrirán nuevamente de gloria, para vestir a un santo dejarán a otro en pelota. El Alcalde se defiende echando la culpa a los otros y se afana en asegurar que en su decisión, que no es suya sino de los otros,  al despedirlas no pesa si me votaron o sí, a su juicio, son de mi cuerda. Todavía no se ha enterado de que el voto es secreto y nada tiene que con el trabajo y los derechos.
La cosa tiene miga y enjundia, para cumplir con las promesas de empleos variados para colocar a un ciento, van a dejar sin trabajo a quienes son víctimas inocentes de tal desafuero.
No me parece acertado, ni hay, aunque lo justifiquen o quieran adornarlo, derecho a dejar sin empleo a quienes han trabajado y adquirido antiguedad y derechos.
Mucho me temo que eso han prometido con las empleadas de la ayuda domiciliaria, tiene gracia la cosa, porque aquella que se veía como jefa en el tema será ahora despedida y echada. O quizás, el despido será selectivo, solo se iran los sospechosos de ser mis amigos o de haber emitido un cierto voto.
Tontas serían si no van corriendo a reclamar ante la justicia, ante sindicatos con abogados e interposición de pleitos, que ganarán, no lo dudo.
Es reprochable la recurrente cobardía de culpar de lo malo a los otros concejales del cuatripartito y alegar que no es cosa del Alcalde, que por él no se haría y que la culpa es de las "tías" que no le dejan otra escapatoria o salida en semejante dislate. Sea como fuere, nuevamente reclamo que rectificar es de sabios y que en esta ocasión y con tal decisión cometen un error que no han valorado en su justa medida.