El viernes pasado el Boletín Oficial del Estado publicó una Ley refrendada por el Jefe del Estado, Juan Carlos I, por la cual se convalidan todas las obras y actuaciones en las cuencas hidrográficas del Guadalquivir, Guadiana y Ebro que fueron realizas o están ejecutándose y que se vieron afectados por el decreto de nulidad del Tribunal Supremo sobre el llamado decreto de sequía del año 2005 del Ministerio de Medio Ambiente Rural y Marino.
La Ley aprobada por las Cortes Generales, contiene una disposición adicional que da cobertura legal a las obras del “trasvase Castril – Baza” con la consideración de emergencia, y las declara de utilidad pública a los efectos de la ocupación temporal y expropiación forzosa de bienes y derechos, así como la urgente ocupación de los mismos.
Esta es una noticia que acabo de leer en una alerta de google y que me hace reflexionar sobre algo que sucederá ahora, no es lo mismo protestar y manifestarse contra algo cunado uno tiene la responsabilidad, incluida la penal, sobre los actos que hace. Sobre los asuntos que son de su competencia o sobre los que no la tiene y pretende tenerla. En cualquier caso, sí tengo una cosa clara, mis concejales y yo, estaremos al lado del Alcalde, eso sí, siempre en el marco de la legalidad y de las competencias que ostentamos. Desde luego, quedan muchas cosas que hacer en Castril, compromisos que cumplir y explicaciones que dar a los vecinos, por parte del Gobierno Central y de la Junta y mientras eso no suceda, nosotros, yo, no estaremos a favor del inicio y ejecución de esa obra. Si este es un proyecto solidario para con la Comarca de Baza, primero hay que atender y cubrir las justas demandas de regantes primero y de ecologistas y vecinos después. más información, mejor y abundante. Menos mentiras, menos aplicar el todo vale sin sentido ni rumbo y más rigor y seriedad para afrontar temas tan sensibles como este que nos ocupa. Ya está adelantado y creo hablar por boca de todos mis compañeros del PSOE castrileño. Estaremos al lado del Ayuntamiento en su posición y actuaciones ante esta nueva realidad, sin locuras ni aspavientos inútiles. Tomé buena nota del error cometido y entendí el sentir de la gente al respecto de este polémico y controvertido proyecto y, por encima de todo, no veo justo, ni aceptable o ético, que se arregle con prisa el problema de unos, sin abordar y atender las demandas razonables, necesarias y rigurosas de los vecinos de Castril. Dije y mantengo que exigí a los responsables de mi partido que se esforzaran en explicar y aclarar cuantos aspectos del proyecto generarán polémica o vulneraran las demandas y aclaraciones que los vecinos exigieran y que, sin duda, merecen. Informar para evitar la torpe e interesada desinformación. Exigir nuestro derecho a la información y a la solidaridad mutua y efectiva. Siendo concientes del valor y efecto de las potestades y ámbitos competenciales que tienen la Junta de Andalucía y, en este caso, el Ministerio de Medio Ambiente Rural y Marino, sobre los bienes de dominio público hidráulico.
Ya lo sé, estoy de eso seguro, no faltará quien me acuse de oportunista, falso o mezquino y ruin, por variar mi opinión al respecto de este asunto que genera tanto encono y conflicto . Acepto sin gusto la saña y el veto al que estoy sometido. Diga lo que quiera que diga, adopte una posición al lado que fuere, estará mal valorada, sospechosa o será para ellos, cuando menos,artificial, inoportuna o dolosa. Este será para siempre la etiqueta o la mancha que me toca lucir resignado, aunque me cueste trabajo aceptar que en mí cuelguen y vean tan deshonroso borrón con que, sin razón verdaderaa, me atacan y afean.
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