El trío se cierra con una jaca torda y zopenca o mejor describirla como un potro salvaje sin pedrigrí y sin doma. Es la tercera en discordia y seguro que se siente satisfecha y orgullosa de la hazaña lograda con el insulto y la mofa. Es una señora muy culta y fina que se desgañitaba escupiendo, por su delicada y exquisita boca, exabruptos subidos de tono, culebras y sapos. No hay quien le ponga un bozal y la dome, tal es el nervio y la furia de esta hembra vulgar, sin modales y bruta.
No hace falta que miente su nombre, todos sabéis de la señora que hablo, para qué darle más gusto y alas o motivos de euforia. Ella sabrá sus razones para perder de esa forma educación y modales. Ignora quizás que al hacerlo afea su nombre y su honra, al tirar por la borda las normas más básicas que se le deben y merece cada persona.
Es legendaria su bruteza y los rasgos marcados de su grosería, como ella sabe lo que me espetó, gritando sin recato o mesura, no se extrañará si opino de ella que es una mula vulgar y rastrera, capaz de agredir y faltar sin razón, pudor o cordura.
COMO ERES CAPAZ DE DECIR TANTA BURRADA POR TU APESTOSA BOCA DE TROL, TU SI QUE ERES UN MULO,RASTRERO,COBARDE, NI TIENES PUDOR NI CORDURA,TU NO SABES TRATAR NI A UNA MUJER, SEÑORA, NI SEÑORITA.
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