Da igual el motivo u origen que justifique la afrenta o la mofa. No hay manera, ni modo o eficaz medio, para librarme de aspavientos y salidas de tono de la pizpireta cuñada de Octavio.
¡Qué desequilibrada obsesión! ¡Qué mezquina costumbre! ¡Qué feo ejemplo mostrado! ¡Qué pérdida de compostura! ¡Qué ausencia de pundonor!
No hay educación, finura o respeto, sólo hay ventoleras, hipidos, sainetes y enredos, que dan paso y generan, bochornosas y absurdas escenas.
Sólo la exime, si a caso, la edad y el consiguiente chocheo. De otro modo no habría excusa a la constante ausencia de vergüenza y mínimo respeto.
Ella merece el mismo respeto y trato que yo. Debería ser así por lo menos y lo reclamo y exijo, no son excusa los años para descuidar las formas o el trato, para actuar sin respeto y carentes de la menor corrección. Tiene guasa, no poca, bastante, que una vez le entregara yo un premio, para dar brillo y lustre, a su mérito como ciudadana ejemplar. No me arrepiento de aquello, aunque se jacten, se mofen y se diviertan del hecho. Creo, en el fondo, que no es mala mujer.
Si hay algo que recrimino, censuro y reprocho, es que haga propios y blanda como bandera o guerrero pendón, odios que no nacen de ella y los convierte en el eje y motor de su vida y los surte con desmesura de odio, inquina y rencor.
El tiempo diluye y solapa los reproches y las cuentas pendientes. No sabemos lo que está por llegar y el destino que nos toque asumir, con que gente y en que modo o manera vivir.
Es por eso que escribo estas palabras, socarronas, sinceras y directas, para recriminar el demérito que la aludida me dispensa.
Que disculpe la sorna, el sarcasmo y la falta de tacto de mis palabras, son fruto del cierto amargor que produce y aflora con su feo trato hacia mí.
Grita vehemente, guerrea y defiende cual fiera. Al río, a tus hijos, amigos o a ti. Eso no da derecho, ni es comodín o bula papal; no es el motivo, la senda o la excusa, para vulnerar y arrastrar por los suelos, la dignidad personal del contrario.
Soy cansino e insisto en extraer de cada cosa una lección. Si esta la hubiera aprendido, debía ser honesto y tachar adjetivos y advervios que sobran y agreden. Ya lo dice la bíblica sentencia, "lo escrito, escrito está", ahora importa escribir del presente y construir un futuro mejor que contar.
Y tu llevarla ante el juez de Huescar con falsas acusaciones y testigos falsos. ¿Eso si es fineza y saber estar?.
ResponderEliminarLEYENDO ESTO. DEFINITAVAMENTE A TI SE TE VA EL PEROL O FUMAS ALGO CUANDO TE LEVANTAS. ¿PERO A TI QUIEN TE HABLO DE EDUCACION DE CHIQUITILLO?
ResponderEliminarME AVERGUENZO DE SER CASTRILEÑO Y HABERTE TENIDO DE ALCANDE NUEVE AÑOS