EL CRISTAL CON QUE SE MIRA

EL CRISTAL CON QUE SE MIRA

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Responsables, profesores y alumnos del primer Taller del Vidrio.

  Me pide mi prima que escriba algo de ellas, del vidrio y de las que lo soplan. Yo, obediente y con gusto,  dedico un ratillo al asunto y  doy valor al genio y al arte de Conchi, Feli, Lola y Encarni. Sin olvidarme de Carlos y Gabi o del resto de alumnos y maestros, salvo de uno ingrato y dañino.

Dice la rústica Concejala de Turismo y tractor, que lo del vidrio está aparcado en el "limbo" y difunto, la pobre no sabe que un Papa reciente, en su divina opinión, decidió que el limbo no existe, ni nunca existió. Tendrá que decantarse por el infierno o el cielo, por lo acertado o lo que conduce al error. Pero ella cuando habla del limbo, no se refiere al  tibio estado entre la gracia divina del cielo o el fuego del averno, se refiere a que el proyecto del vidrio  está, para ella y su gente, condenado por un pecado original, es decir, por ser algo nacido del Centro José Saramago. Pensareis como yo, que eso es un desatino supino y un desgraciado dislate, a la altura de la aviesa y retorcida   intención de que hace gala la autora del dicho.

!Con lo difícil que ha sido recuperar la actividad vidriera! Encender nuevamente los hornos del vidrio y soplar castriles como otros castrileños hicieran hasta finales del siglo XIX.
Se ha logrado en parte,  es cierto, pero aún le hace falta un último achuchón. El Alcalde ya lo ha avisado, el Ayuntamiento no prestará más  su ayuda, si no rectifica y cambia de rumbo, mucho me temo que apagaremos de nuevo los hornos del vidrio en muy poco tiempo.

En realidad el logro y éxito del vidrio es el trabajo de ellas, y el de César también, por supuesto que no me olvido de él. Fueron capaces y tuvieron la maña  de aprender un oficio muy duro, exigente e ingrato y están decididos y dispuestos a arriesgar y luchar como fieras para mantenerlo en pie.

Este es César, el apuesto vidriero.

Se han agrupado como una asociación, son independientes  del Centro Saramago, pero parece que el empujón que esperaban, para consolidar el proyecto, no llegará finalmente con el cambio de gobierno y gestión. Había ya destinado un último taller de empleo, con el apoyo de la Junta de Andalucía, muy necesario e indispensable, para mantener la iniciativa en pie. 
Ya sabemos que todo depende del cristal y los ojos con que se mira y es suceptible de ser revisado y de mejorarse. No será en vano el apoyo, si el Alcalde cambiara de parecer,  al esfuerzo que estas artesanas del vidrio (dotadas, sin duda, de genio,  pericia y dedicación) están dispuestas a emprender.

Conchi es la maestra en el soplado del vidrio.

Famosa y apreciada pieza de Vidrio de Castril del Museo Arqueológico de Granada.

Yo confío en que enmienden el desatino, se ubiquen y valoren la transcendencia del tema. En las artesanas del vidrio  hallaran, sin dudarlo, disposición para continuar y pelear por mantener vivo el renombrado  castrileño vidrio artesano,  eso será solamente posible, si el Ayuntamiento se arrima, se implica y les echa una mano.

El vidrio es seña, tesoro y  principal reclamo artesano que ofrece Castril, por eso merece la pena mantener lo que tiene de bueno, aunque cueste dinero y no sea rentable al comienzo. Yo confío en que el Alcalde recapacite y sepa discernir entre lo bueno y lo malo. Hay solución si se quiere y se busca. El camino está abierto, es largo e inexplorado. No te pese Miguel el esfuerzo que se haga al respecto, sólo sería necesario equiparar el rescate y apoyo al vidrio, al esfuerzo que se realiza para salvar un animal o una planta en vías de la extinción. Seguro que habrá algún sitio en el pueblo, un local en el que ubicar los hornos, el taller y la tienda, para que los turistas y vecinos del pueblo, puedan ver el soplado y manejo del cristal o del vidrio y, de paso, comprar y dejar ganancia y rédito con el  subvenir, detalle o regalo comprado.

El sitio adecuado a tal menester podría ser el antiguo teatro, quizás la Casa del Arco o algún otro que no se me ocurre. Yo estoy más que dispuesto y abierto a ayudar y aportar cuanto esté en mi mano o se me requiera y demande. Estoy convencido del beneficio  que  aportaría esta apuesta para el  pueblo y su gente, mantener y dar brío al  castrileño arte vidriero. El Alcalde Miguel y su equipo, cuentan con la disposición, las ganas y empeño de las cuatro mujeres y el  hombre apuesto  que soplan el vidrio.

       Lola y Encarni son también diestras en el soplando vidrio, no se quedan atrás.

 Feli es una experta maestra en el fussing, pero no le gusta soplar.