PLENO AL QUINCE

Paradojas de la vida, construí un Ayuntamiento nuevo y moderno que, al fin y a la postre, otro estrenó, desplazando mi culo de tan codiciado sillón y bastón.

Esta mañana se celebró el Pleno convocado para, entre otras cosas, aprobar una moción sobre el tema de la “Defensa del Río”. El Grupo Socialista votó “SI”, para sorpresa de algunos, que ni aún así  estarán conformes con el resultado y con la nueva posición de nuestro Grupo Municipal. Ya lo avisé, tomé buena nota de la lección que me dio la gente  y habrá, por tanto, un cambio en este tema. En cualquier caso, sólo hemos dado el apoyo a la iniciativa del Alcalde y a las medidas que desee adoptar en este espinoso asunto. En el Pleno ha habido pleno, se aprobó todo por unanimidad y no hubo ruegos o preguntas, por bajini le dije al Alcalde que todavía está en el plazo de los primeros cien días. La nota discordante, como siempre, la de la forense metida a fiscal, le encanta pavonearse ante su público y lanzar soflamas sobre presuntas corruptelas o desvaríos semejantes. No pierdo mi tiempo con ella y sus ínfulas de investigadora del CSI, ni me preocupan sus andanadas que, por otro lado, ya me esperaba. Por lo demás, cordialidad y buen rollito, que, ya lo aviso, es lo que habrá en adelante. Al final, el Alcalde pidió mesura en las declaraciones en los medios de comunicación, me imagino que en referencia a mí, yo no me doy por aludido. Sobre todo por que, hasta hoy, ninguno de ellos pidió esa mesura a sus correligionarios, autores o administradores de blog y foros en los que el propio Alcalde participa y, me imagino, participaba antes bajo algún seudónimo “cortegano”. Cierto es que no me cuesta nada rebajar el tono de algunos de mis escritos y suavizar su acidez o, llegado el caso, suprimir aquello que levanta resquemor o purulentas ampollas. No prometo nada, ni en mil años llegaré a la bajeza y sinvergonzonería de lo escrito sobre y contra mí en esos foros tan democráticos o blog tan ecuánimes y rigurosos con la verdad.

Mi oposición será construcctiva y quien espere tortas o gritos no los encontrará. No me provoca oponerme sin más a la gestión del Alcalde, lo que no significa que no la critique cuando sea necesario o encuentre en ella desatino o error. Todavía es pronto para atosigar al Alcalde y a su incipiente gestión. Hay cosas que no me gustan, me repugna que se persiga y castigue a gente que no lo merece, por el sólo motivo de haber tarabajado en la etapa de mi gestión. No será de extrañar que las facturas a las que la fiscal se refiere serán de los primeros nombres de la lista negra de la que ella presume y que contiene, como los más destacados, a Melitón, Miguel Rodríguez o Lázaro. No se dan cuenta de que no hay nada oculto, ni prevendas o sombras. Mejor sería dedicar el tiempo a ganarse el sueldo con trabajo y gestión o buscando, como hiciera yo, financiación y recursos para mejores los servicios. Que se debe mucho en facturas, nadie lo niega y a nadie extraña en este momento, pero eso no empaña la calidad, cantidad y cuantía de lo que, en estos años pasados, logramos traer y llevar a cabo. Que no hay dinero en las cuentas es la queja constante, ¿Que esperaban encontrar? Nunca lo hubo, lo que marcó nuestro esfuerzo fue encontrar el dinero bajo las piedras, despachos u otros gobiernos. Queda, nadie lo podrá refutar, unas cuentas bancarias saneadas que permitirán, llegado el caso, acudir a los bancos para pagar lo adeudado y gestionar. Eso hice yo, asumir lo heredado y mirar al futuro, sin justificar en el pasado la incapacidad ante lo que no sabe hacerse o de lo que no se es capaz.

Tuve extremo cuidado en acatar y atender el consejo legal del Secretario Municipal, eficiente y brillante como pocos, eso me aporta tranquilidad y me mantiene seguro de no haber cruzado límite alguno que vulnerara la legalidad. Nunca actué sin atender sus consejos legales e impecables informes, eso me permite presumir y ser consciente de que, por más que la forense fical se empeñe, no encontrará,  en mi gestión como Alcalde, vulneraciones de la legalidad vigente. Pude errar y con seguridad erré en otras cosas, no en saltarme la ley o restarle valor al consejo legal y confianza necesarios entre Secretario y Alcalde.

No me canso de afirmar algo obvio y patente, ningunear, desconfiar, cuestionar su profesionalidad, faltarle al respeto y, como consecuencia, dar lugar a que el Secretario se vaya, es un  gravísimo, lamentable, injusto y torpe error, del que este Gobierno Local todavía no es consciente, siendo el culpable.

Es mi opinión y aquí queda reflejada. Sobre todo destaco la profesionalidad, calidad y valía pesonal del Secretario, que antes que amigo y por encima de todo, fija su objetivo y su meta en ser fiel y honesto al cumplimiento exquisito de la responsabilidad que le exige tan alto puesto.

Desde el día que dejara el cargo de Alcalde no he hablado o tratado con él de nada referente al Ayuntamiento, faltan a la verdad quienes piensen que faltó a su deber de discrección y sigilo.

Es, ha sido y será, un profesional como la copa de un pino y si hay algo de lo que estoy bien seguro, es de que, tras su marcha,  echeremos en falta, desde el primer al último minuto, su consejo legal, su capacidad de trabajo, su valía personal,  la templada sensatez de sus actos, el fino olfato en la gestión de los público, la oportuna intuición, la incontestable honradez de su trabajo y su particular simpatía,  buen humor y desparpajo.