Los niños y niñas de Almontaras participan el la tradicional puesta de la primera piedra del nuevo Colegio Público Campo del Rey de Almontaras. |
Esta mañana, aprovechando mi condición de Concejal del Ayuntamiento de Castril y poniendo morro al asunto, he visitado las obras del nuevo Colegio Público Campo del Rey de Almontaras. Me ha sorprendido lo avanzadas que están las obras, hasta el punto que en muy pocos días podrían ponerse en funcionamiento, si no tarda en llegar el nuevo mobiliario y demás equipamientos. No voy a disimular, ni mostraré una falsa modestia ante un proyecto que he gestionado, peleado y conseguido para los niños y niñas de Almontaras. Puede que no lo inaugure yo, pero nada, ni nadie (salvo la muerte) podrán evitar que esté allí el día de su inauguración, aunque sea en el tranco de la calle.
Es gracioso y sintomático que en los inicios de las gestiones para estas obras, no faltaron los y las que se empeñaban en asegurar que yo mentía al hablar del nuevo colegio y de lo lentas o avanzadas que iban las gestiones, que han sido bastante arduas y no exentas de dificultades y trabas. Pero ahora esas bocas están mudas y la evidencia ha dejado sin fuste aquellos maliciosos argumentos y se ha desbaratado el empeño de aquellos que se empeñan en sembrar de dudas y sombras la gestión que realicé en estos años. Un sabio refrán dice que “obras son amores y no buenas razones” y el nuevo colegio de Almontaras es un buen ejemplo para ilustrar tal lección. No es un secreto, aunque nunca haya logrado entenderlo, que no soy muy apreciado en Almontaras, pero también es cierto que nadie puede negar que, querido o no, hay pruebas y evidencias sobradas del trabajo que hemos llevado a cabo allí en mis años como Alcalde. El nuevo Colegio Público Campo del Rey es solo un ejemplo, muy bueno, por cierto.
Estoy muy contento esta tarde y mientras escribo, orgulloso y tan ancho que me desparramo en mi sofá, soy un hombre y un ex alcalde feliz por los niños y niñas de Almontaras, que siempre me han brindado un emotivo cariño y, lo que más me importa, mucho respeto, cercanía y complicidad.
Esto mismo ocurrirá con el Colegio Virgen del Rosario de Castril, muy a pesar de los agoreros que se empecinan en negar lo que es una evidencia, es decir la existencia y certeza del proyecto para la reforma y ampliación de estos equipamientos escolares yo la próxima ejecución de las obras que mejorará de manera sustancial el colegio público de Castril. A nadie se le escapa que tanto para la Presidenta del AMPA como para su insidioso marido esto es un fastidio, porque parece que se alegran de que las cosas se tuerzan o se retrasen. A ellos no les vale mi palabra, ni tampoco la de los responsables de la Consejería de Educación, pero lo que en verdad tiene un incontestable valor es que, aunque les joda, igual que ocurre en Almontaras, sucederá en Castril y no será gracias a su apoyo, ayuda o desvelos. Por más que se empecinen en afirmar lo contrario y en desperdiciar su tiempo en enmarañar y emborronar la gestión que llevamos a cabo, a pesar de los retrasos de la Consejería de Educación, la realidad constatable es que pronto habrá también un nuevo colegio en Castril y será fruto de las gestiones, las muchas peleas y los denodados esfuerzos de un Alcalde que sí tuvo claro el objetivo último de su gestión, soportando y capeando las zancadillas y maledicencias de quienes deberían haber arrimado el hombro y, por el contrario, dedicaron y dedican su tiempo y su esfuerzo en torpedear todo aquello que va en beneficio de la comunidad, con el sólo objetivo y meta de hacer daño. Otra vez se hace oportuno el acertado refrán, “Obras son amores y no buenas razones” y, desde luego, la Presidenta del AMPA precisamente no puede sacar pecho de su gestión, muy al contrario, debería sentirse abochornada de lo poco y malo que desprende y denota su labor.
Entiendo y comparto la alegría de los padres y madres de Almontaras, el entusiasmo y la satisfacción por un proyecto que es de todos y deseo, de corazón, que esa sea la actitud con respecto a las obras de mejora y ampliación del C.P. Virgen del Rosario. Apoyo, ilusión, confianza, reivindicación sensata y respeto por la verdad de las cosas y por el trabajo y esfuerzos que algunos hicimos conscientes de las necesidades y demandas en la mejora de nuestros equipamientos educativos. Ahora que no ostento la responsabilidad del Gobierno Municipal, conservo, sin reservas, el compromiso para continuar colaborando, desde el lugar que me corresponde, en hacer realidad un proyecto tan necesario e importante para Castril. Queda por ver la gestión del nuevo Equipo de Gobierno, de cualquier manera, yo estaré siempre dispuesto a arrimar el hombro, algo que no ocurrió antes.
Ya, ya sé que para ellos soy culpable y responsable hasta de la muerte de Manolete, pero, mira por donde, también soy responsable de algunas cosas buenas y un buen ejemplo es el Colegio de Almontaras y lo será, más pronto que tarde, el de las obras del C.P. Virgen del Rosario de Castril.
En este arduo camino no escatimaré elogios y reconocimientos para D. Manolo Trave, Mirella, Eva y Mercedes, la Comunidad Educativa de Almontaras, la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía y muy especialmente al Consejero de Educación, buen amigo y mentor, Francisco Álvarez de la Chica y a la Delegada de la citada Consejería en Granada, Ana Gámez.
La realidad tangible es que la Consejería de Educación inviertirá más de 1.200.000 euros en la modernización de las infraestructuras educativas del municipio, pues la construcción del nuevo edificio para el colegio de Almontaras se verá también acompañada de la modernización y ampliación del CEIP Ntra. Sra. del Rosario, de Castril.
Para la Presidenta del AMPA, un consejo sencillo y exigible, menos demagogia y más rigor. Menos trampas y más trabajo. Menos conflictos y más consenso. Menos intereses y animadversiones personales o partidarias y más arrimar el hombro por el bien común.
Esta tarde estoy feliz, satisfecho y entusiasmado, porque la obra del Colegio Campo del Rey de Almontaras es un “amor” y deja a quienes dudaron de este proyecto sin “razón”.
La Delegada de Educación, Ana Gámez, la Concejala de Servicios Sociales, Rafael López y yo, poniendo la primera piedra del C.P. Campo del Rey de Almontaras. |
como se nota que Pilar ya no te quiere. Como atacas a su hermono y su cuñada.
ResponderEliminarESTE PERRO SIGUE TENIENDO RABIA CUANTO DUELE DEJAR LA TETA MAMON QUE ERS UN MAMON NO PERDON LADRONNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNN
ResponderEliminarapartaros de el que puede explotar en cualquier momento
ResponderEliminar¿Y a este quien lo ha invitado?. Este se aferra a un clavo ardiendo. VETE YA LEJOS. ¿NO VES QUE INCOMODAS A TODO EL MUNDO CON TU PRESENCIA?
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