Hasta en los más insospechados destinos encuentras algún castrileño, cuanto más alejado el lugar, más enamorado de su pueblo y con más ilusión por el devenir, presente, tradición y futuro de su patria chica.
En estos años he tenido la oportunidad de visitar y encontrar castrileños en los más insospechados y remotos destinos y guardo muy gratos recuerdos de esos encuentros. Recuerdo mi Pregón en las Fiestas de la Nucía, desde el balcón de su Ayuntamiento divisaba una multitud de personas que estaban orgullosísimas de que el Alcalde de su pueblo natal c compartiera sus fiestas. Los castrileños en la Nucía y en todo Alicante, son multitud y el calor y afecto que me brindaron todavía me emociona. Recuerdo que desde aquella plaza, bajo el balcón del Ayuntamiento, un joven me gritaba como un poseso, yo bromeaba con el Alcalde y le decía que el que gritaba parecía estar molesto con mi presencia, en realidad me gritaba que era nieto del “Pintao” y que se sentía muy orgulloso de ser castrileño y de que el Alcalde de su pueblo, del pueblo de sus padres y abuelos, les hablara desde aquel balcón. En la Nucía me trataron como a un rey y nunca olvidaré el recibimiento y las continuas atenciones que allí recibí. En otra ocasión asistí como invitado de honor a los actos del Día de Andalucía en Cataluña y, mira por donde, otra castrileña era y es todavía, la Presidenta de la Asociación organizadora de los actos en de conmemoración del Día de la Comunidad Andaluza en Barcelona, nuevamente recibí el afecto de numerosísimos castrileños que viven y trabajan en Cataluña, como premio, llevé conmigo lo mejor de la imagen de nuestro pueblo y, modestamente, les sorprendimos gratamente, a ellos y a los responsables políticos catalanes. La imagen de Castril no es ya la que algunos guardan en la memoria y está muy alejada de los falsos clichés que todavía nos adjudican a los andaluces. Para qué negarlo, me sentí orgulloso de abanderar una imagen de Castril, moderna y pujante. Descubrir la satisfacción y el indisimulado orgullo en las caras de aquellos hijos de Castril emigrados no tiene precio. Merche, a la que conocéis como Merceditas de la familia de los Rejas, es la Presidenta a la que me refiero y constituye un magnífico ejemplo de la capacidad de trabajo, de la ilusión y el amor por las raíces que unen a los castrileños que viven en otros lugares con su pueblo natal.
Hasta en la NASA hay una castrileña.!Nada más y nada menos!.
No hay que irse tan lejos, en Granada he contado con el apoyo y la complicidad de otros tantos castrileños y castrileñas que no pueden disimular o esconder su pasión por el pueblo que les vio nacer o en el que nacieron sus padres o abuelos. Destaco a Rafael Romero Quiñones, hijo de D. Manuel el médico y de la bondadosa y simpática Doña Feli. Él ha sido y seguirá siendo un magnífico y comprometido defensor de cuanto tenga que ver con Castril y a mí, por lo menos, me ayudó en multitud de ocasiones, en todas y cada una en las que lo pedí, necesité o en las que él lo entendió necesario. Es toda una eminencia en temas de patrimonio y cultura y ha tenido y tiene mucho que ver en la fructífera y positiva relación entre el Ayuntamiento castrileño y la Consejería de Cultura. A día de hoy, es responsable de los más sensatos, oportunos y valiosos consejos que nos han ayudado en la toma de decisiones y el abordaje de proyectos de puesta en valor de nuestro patrimonio histórico. Como lo lleva en la sangre y lo mamó, estoy convencido de que sus aportaciones y consejos no nos faltarán jamás.
Son sólo algunos ejemplos de esa peculiaridad de lo castrileño, del ciego amor de sus hijos por una tierra que, aunque es ingrata a veces, genera tan maravillosos ejemplos y corrientes de afecto.
Basta con referir a otra castrileña cegada por ese amor irracional a Castril, me refiero, claro está, a Pilar y, cómo no, a la troupe de hermanos y hermanas del Río Sánchez. Ni uno se salva o se libra de un incontestable amor por el pueblo de su madre, otra castrileña de pura cepa. De toda esa reata de hermanos, sobresale en mi querencia Angelín (Ángel de Río), que es un brillante y comprometido antropólogo. Sin olvidar a Teresa, Juanito, Carmen, María, Nacho, Antonio y a todos los demás.
¿Será el agua? ¿La belleza? ¿El paisaje? No sé, pero los castrileños, sobre todo los que viven fuera y lejos de aquí, no pueden evitar o disimular un amor incondicional y ciego por sus raíces y, en consecuencia, por Castril.
Tu no tienes raices tu tienes una mala folla alucinante,eres muy mala persona lo estas demostrando con todo lo que esta sucediendo, en el fondo te digo jose juan lopez rodenas eres un enfermo un antisocial no tienes clase ni la tendras jamas ya no eres nadie,eres un cadaver politico y personal, la gente te odia pero la gran mayoria de castril y pedanias.
ResponderEliminarSoy el autor de la fotografia de la fotografia de la izquierda del cauce del rio castril. No se pueden "tomar prestadas" fotografias con copyright sin pedir permiso al autor.
ResponderEliminarDebes eliminarla o ponerte en contacto conmigo para negociar los derechos.
Puedes contactar conmigo en la direccion de mail jmrr2@terra.com
Como verá no tengo empeño alguno, en publicar sus imágenes, el cometido de este blog es otro muy diferente.
ResponderEliminarLe pido disculpas, y espero que JJ no publique más imágenes suyas, pues de ser así volveremos a tener algún que otro contratiempo.