DE ABANDONOS Y RESPONSABILIDADES

En esta inconsciente y llamativa estrategia mediática que desarrolla el flamante Alcalde, hoy le tocó nuevamente el turno al Centro José Saramago, todo vale para enmierdarlo y, para ello, el primer edil no ahorra en torticeras estratagemas y argumentos peregrinos. Hoy convocaron a los medios, concretamente a  la televisión andaluza, para denunciar el abandono del Centro José Saramago. Me imagino que habrán derivado la responsabilidad de este abandono hacia mí, desconozco sus argumentos y declaraciones. Los periodistas también han recogido mi opinión y, con ella, mi perplejidad por la caradura y desvergüenza  de las declaraciones del nuevo Equipo de Gobierno. Lo que el Alcalde no dice en los medios es que a los pocos días de su llegada al Ayuntamiento ordenó la sustitución de las cerraduras de las instalaciones del Centro, impidiendo desde entonces mi acceso a las oficinas. No hubo comunicación alguna, ni reunión al respecto, ni nadie les negó el acceso a las instalaciones y, desde luego, sólo han demostrado un empeño enorme por desacreditar cuanto tenga que ver con el Centro José Saramago y aunque el objetivo sea dañarme a mí, no han reparado en el daño irreparable que se ha hecho a una iniciativa que ha sido, tras el Ayuntamiento, el mayor y mejor motor de desarrollo y generación de empleo del municipio. Como muestra más lamentable, que ilustra muy bien lo que viene ocurriendo y que hoy han vuelto a referir, está el tema de la supuesta factura de la “Boda” de  Saramago, A pesar de tener la certeza de que tal factura es falsa e inexistente. No hubo banquete de boda y, por tanto, no existe factura con ese concepto. Hubo, eso sí, un aperitivo con motivo de la presentación de la Cátedra José Saramago de la Universidad de Granada y a esta entidad corresponde el pago de tal factura. Que el Alcalde Insista en lo contrario es sencillamente deleznable  y da idea del grado de su catadura moral.

En estos meses han accedido sin control a las oficinas del Centro Saramago y a los documentos allí guardados, algo que yo no he podido hacer y ahora, con todo el morro del mundo, me exigen vía acuerdo plenario, un informe sobre diversos aspectos de la gestión del Centro, a sabiendas de que no tengo acceso a tal documentación y conscientes de que ellos sí lo han hecho. Antes de actuar con semejante temeridad y desprecio, hay que sopesar las consecuencias que se derivan de  forzar las cerraduras de las oficinas de una Fundación y poner en riesgo la documentación  allí almacenada e impedir el acceso del responsable. Es toda una contradicción pedir explicaciones cuando se sabe que es totalmente imposible que se puedan ofrecer sin tener acceso a las oficinas y a la documentación.

Desde el mismo momento en que el Alcalde ordenó y el Concejal ejecutó la orden de forzar y cambiar las cerraduras del Centro José Saramago, se hizo responsable de cuanto allí se guardaba, especialmente de la documentación administrativa. Ya lo puse en su conocimiento por escrito y con el pertinente registro de entrada.  Se escandaliza y denuncia el impago de facturas o nóminas y, a la vez, no permite que se pueda trabajar en la búsqueda de soluciones para su pago.

No falta el que ilustra el abandono de las instalaciones del Centro José Saramago mostrando fotos del antiguo teatro, que está lleno de papeles, cajas y cachivaches almacenados allí por las obras del Ayuntamiento y que en su mayoría son viejos archivos y documentos que esperan un destino.

El Centro José Saramago ya no tiene personal, toda la gente que ha trabajado este proyecto cultural lo ha hecho con financiación proveniente de subvenciones y ayudas públicas. Si el Gerente no puede trabajar, si el Ayuntamiento demuestra su desprecio y desapego a la iniciativa, si el único objetivo es sembrar de dudas y sospechas sobre la gestión  del mismo, si sólo se pretende hundirlo a toda costa y culpar de su desaparición a los demás, si se menosprecia y mancha el honor de Pilar del Río y se deshonra la memoria de José Saramago, la consecuencia es más que evidente, las muerte de tan importante iniciativa.

Por cierto, el Director Gerente del Centro José Saramago jamás, repito, jamás, ha recibido retribución económica alguna por el desempeño de sus funciones. Digo esto, porque parece que el Alcalde cree lo contrario, empeñado en justificar seis sueldos con el falso argumento de yo cobraba más que todos ellos juntos. Ese parece ser el principal objetivo que se esconde detrás de este despropósito. Los periodistas se deben frotar las manos cuando el Alcalde anuncia una comparecencia en los medios, se viene cubriendo de gloria, ya sea con el agua cancerígena o con las facturas inventadas. Luego, eso sí, me pide mesura en mis declaraciones.

Mi posición actual es bastante incómoda, por un lado me siento responsable ante Pilar del Río y me gustaría encontrar la solución para el pago de las deudas contraídas y por otro, cunde en mi el desaliento y la impotencia ante la realidad de que ni hay, ni habrá, interés o voluntad en  apoyar y  colaborar para reflotar una iniciativa cultural tan positiva como ha sido y podría seguir siendo el Centro José Saramago.

El Centro José Saramago de  Castril atraviesa una difícil y ruinosa situación económica, tiene deudas pendientes y también se le debe dinero, especialmente por parte de la Universidad de Granada, que es uno del Patronos de la fundación castrileña.

El Centro José Saramago de Castril  no tiene nada que ver y es independiente de la Fundación Saramago que preside Pilar del Río y que tiene su sede el Lisboa. Aclaro esto para que nadie se confunda y tenga la tentación de confundir los términos y responsabilidades.

Si el Centro castrileño recibe la aportación municipal y la de la Diputación de Granada, como ha venido ocurriendo hasta la fecha, podrá solucionar los problemas económicos que le asfixian, que son fruto, a mi entender y fundamentalmente, del incumplimiento de los compromisos financieros adquiridos entre distintas administraciones con el Centro José Saramago de Castril, esta situación se ve agravada con la actual crisis económica y la desaparición de ayudas públicas, especialmente en el ámbito de la cultura.

Por encima de todo me preocupa la opinión y el malestar de Pilar del Río ante esta situación, desde luego este es un triste final para un sueño y una traición indigna  a una de las personas que más han hecho por Castril y que ha recibido, como premio a su enorme  generosidad, la insidia, el demérito, el descrédito y el desprecio de gran parte de los vecinos y vecinas de Castril y, muy especialmente, del nuevo Equipo de Gobierno.

Esta es, claro está, mi opinión personal. No es una excusa, ni el modo de eludir responsabilidades, ni la negación de los errores que he podido cometer. Daré, esa es mi obligación, las explicaciones pertinentes ante el Patronato que rige el Centro José Saramago, en el que además del Ayuntamiento de Castril, está la Diputación de Granada, la Universidad y Pilar del Río. 

Desde que tomó posesión el nuevo Equipo de Gobierno Local no he tenido acceso a las instalaciones del Centro José Saramago, esta no es una excusa, ni un argumento baladí o intranscendente. Es, sencillamente, una aplastante, incontestable, evidente y lamentable realidad. 

MALA FE O IGNORANCIA

Hace falta morro y torticera intención para afirmar que esta foto del antiguo teatro municipal demuestra el abandono del Centro José Saramago, eso escribe en su blog, mientras fuma, el que miente en cuanto opina. 

 El del "puro" lo sabe y, como siempre, miente, intersado, avieso y consciente. 

La fotografía es del viejo teatro, marrullero, no del Centro  Saramago.