Hoy he recibido una citación para un acto de conciliación previo a una querella criminal por mi artículo sobre “Los Toreros”, me denuncia el torero (o banderillero) y me reclama una rectificación, además de una larga relación de exigencias. Aporta una copia de mi artículo extraída del blog clon, entre otras cosas porque hace días que lo suprimí del mío. En cualquier caso hay una premisa fundamental a la hora de reclamar judicialmente la restitución de una presunta vulneración de derecho al honor que es muy sencilla, no injuria el que dice la verdad y conviene leer detenidamente mi artículo para darse cuenta de que, guste o no y a mi juicio, no hay nada que falte a la verdad y habrá más personas que apoyarán la veracidad de mis palabras. No obstante, para qué engañarnos, no me apetece nada abrir otro frente judicial por las opiniones que vierto en mi blog, aunque si ha de ser así, me defenderé y, llegado el caso, intentaré demostrar la veracidad de mis afirmaciones con testigos y evidencias irrefutables. A estas alturas no me asustan las denuncias, por muy bien redactadas que lleguen. Nunca he dicho que el que me demanda haya venido en estado ebrio a los toros, he afirmado que se ausentaba por otros compromisos de trabajo teniendo una obligación contractual con el Ayuntamiento. Me reprocha que cite a su hija en el episodio del parque infantil, pero hay muchos testigos de que no falto a la verdad en lo escrito y, por tanto, nada me impide relatar los hechos ocurridos, que precisamente van en la línea de censurar que se produjera ese episodio ante una menor que no tiene, lógicamente, culpa de lo que pasó, ni debería haber presenciado esa violenta discusión que yo no provoqué, ni alenté.
Para finalizar, me pregunto qué debo hacer yo ante las injurias e insultos del que ahora me demanda, ¿Me dedico a cruzar e interponer demandas y a reclamar judicialmente la restitución de mi honor mancillado?
Hace días, antes de tener conocimiento de la querella, retiré el controvertido artículo de mi blog, no puedo retirarlo del blog clon, eso no está en mi mano. Queda demostrada mi voluntad de no mantener un artículo y una opinión que ha generado el malestar de las personas citadas. Pero eso no supone o significa que no esté en condiciones de defenderme ante esa probable querella y demostrar lo ya afirmado, que no injuria el que dice la verdad, aunque esa verdad sea incómoda. Pero no me supone triunfo o satisfacción alguna perjudicar a nadie y, aunque sólo sea por eso, suprimí el citado texto.
Me parece que es suficiente para que el ofendido vea satisfechas sus quejas. Si no lo es y así lo estima conveniente, nos veremos en los juzgados o donde fuere.
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