UN TOQUE DE ATENCIÓN

Hay, en mi opinión, una asignatura pendiente que Alicia debería abordar en relación a los servicios de las auxiliares de la Ley de Dependencia. Me refiero a este tema después de conocer la amarga queja de una usuaria que es víctima de la picaresca de una trabajadora de este servicio municipal. Aunque este fuera un caso aislado y no refleje la tónica general, merece la atención de la Concejala de Servicios Sociales. Me vengo a referir a la confusión que se genera ante los servicios que se han de prestar o no y a la falta de honestidad de quien engaña a sus usuarias a la hora de definir y prestar los servicios a los que las dependientes tienen derecho. No estoy afirmando que estas prácticas poco profesionales sobresalgan sobre el eficaz y abnegado trabajo de la mayoría de las profesionales, tampoco es un reproche a la gestión de Alicia López, sobre la que, a día de hoy, no puedo poner peros. En mi opinión, aunque sólo fuera un caso, es fundamental erradicar la picaresca de algunas que confunden a sus usuarios respecto a las tareas y tiempo que se deben prestar.

Cuando afirmo que es una asignatura pendiente, reconozco que es algo que no solucionamos en mi etapa como Alcalde, no por falta de ganas o desconocimiento, más bien, por falta de personal y tiempo real para hacerlo. Ahora que la Concejala tiene una dedicación total, habría que controlar más de cerca la labor de las empleadas y recabar y constatar el grado de satisfacción de los usuarios y el cumplimiento escrupuloso de los servicios prestados y horas contratadas y pagadas.

Dejo claro que en la Ley de Dependencia y su aplicación en Castril sobresale lo positivo y el magnífico trabajo de las auxiliares y responsables de tan fundamental servicio municipal y que, precisamente por eso, es importante apartar las manzanas podridas y evitar de ese modo que por una o dos auxiliares se cuestione el esfuerzo, entrega, profesionalidad y dedicación de las demás.