La semilla sembrada cuajó y tarde o temprano su fruto dará. Pasados más de cien años, doscientos quizás, el arte del vidrio soplado renace, aunque no falten lastres, torpezas, contratiempos y trabas. Este es un recurso increíble de riqueza y patrimonio intangible. Sembrada está la semilla, se atisban y despuntan, incipientes, los primeros brotes de tan esperanzadora simiente.
No hay nigromante, médium, vidente o adivino que prediga el futuro de este sueño en pañales, su fin, objetivo o destino y que avise de los inconvenientes que surjan en tan tortuoso camino.
A día de hoy y a pesar de los avances logrados, que son evidentes y contrastados, a la vista tenemos un futuro incierto, muy negro y complicado. El arte del vidrio, el renacido soplado de los famosos castriles, la formación de los artistas y artesanos vidrieros, la voluntad real de evitar que los hornos se extingan de nuevo, valorar el proyecto cual tesoro intangible, frágil y necesario, apostar por salvar, apuntalar y asegurar su futuro, son suficientes y razonables motivos o, cuando menos, deberían ser el principal objetivo de un sensato gobierno, comprometido con el futuro, con las señas de identidad de nuestro pueblo y responsables de un legado que debería perdurar y no ser rehén de las animadversiones, odios, revanchas, rifirrafes y vaivenes políticos.
No presupongo, aseguro o recrimino, aunque haya algunos ejemplos de ello, que este nuevo Gobierno tenga la voluntad y el desacierto de dejar agonizar y morir de abandono, desidia y tedio, la renacida actividad del soplado del vidrio castrileño.
Pero a estas alturas y para demostrar lo contrario, lo que sobran son las buenas palabras, las inconsistentes promesas, las zancadillas, el desprestigio buscado, las malintencionadas sombras de duda lanzadas y los intencionados tropiezos, que lastran y hunden el presente y futuro de tan importante proyecto.
Si hay algo cierto, constatable, objetivo y verdadero, es que la continuidad del arte vidriero es, por encima de todo, un proyecto que cuenta con el unánime y decido apoyo de todo el pueblo.
Dicho lo dicho, siendo ecuánime y sincero, lo que cabe esperar y lo que deseo, es que las buenas intenciones y las promesas, para que el aire no se las lleve por vacías o huecas, en vez de palabras se conviertan en hechos.
que poco nos ha durado su tristeza, lastima que no hubiera seguido asi un tiempecito,!! por dios que tio mas cansino!!!!!!!!!
ResponderEliminarCansino no sinverguenza de los mas grandes .
ResponderEliminarVanas palabras jeje que personaje de poco pelo, tendrian que darle el premio de literatura al pulgarcito este, de lo bien que pone a la gente que le dio de comer 9 largos años, nunca muerdas la mano que dio de comer, lo mejor de este tipo de personajes es que se olvidara pronto que pena me da, adios LADRON
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