ES MI NATURALEZA

cientos. Perdonad mi insistencia, pero no hay rastros o visos de aquella cacareada “transparencia” en la gestión municipal.

Tararí, tarará,.. ¿A esto le llaman “democracia real”?.

¿Es esta la nueva manera de gobernar que se apresuraron a gritar desde el balcón del la Casa Consistorial? No, no aparece que eso suceda en la palpable realidad.

La escasez de miras, la temeridad o la necedad dan lugar a que algunos crean que en una campaña electoral hay patente de corso para prometer lo imposible, a sabiendas de que tales promesas no se piensan cumplir o abordar.

Por el contrario, yo tengo claro que la gente no es tonta y que muy pronto reclamarán el cumplimento de las promesas vertidas para lograr los votos de los vecinos y el consiguiente apoyo para gobernar.

Con una fugaz mirada a esos programas, sin profundizar, me doy cuenta y constato la inconsistencia e irrealidad de lo prometido. Observo la distancia existente entre lo que entonces se dijo y lo que en realidad vivimos.

Este escrutinio y el control a los incumplimientos de lo prometido, ocuparán en este blog, sin ninguna duda, infinidad de capítulos.

Lanzo el guante al cualificado bloguero, le emplazo y le reto a que publique en su blog un documento o informe, firmado por el Secretario Municipal. Que lo haga sin trucos, vericuetos o trampas, con el desglose del montante del dinero real que suponen los sueldos de Concejales, asesores legales, adeptos y afines. Que publique también mi sueldo real, le autorizo a que haga pública una de mis nóminas y detrás las de los ediles en la actualidad, aunque le pido que no escoja la nómina de la paga extraordinaria de Navidad, que de hacerlo es capaz, para despistar o desdibujar la verdad.

No recogerá ese guante porque es consciente de la barbaridad que tal gasto supone y la insostenibilidad de lo que él defendió y dio por bueno como mejor medio para poderme echar del gobierno municipal. Es un caro precio a pagar que dará lugar a la quiebra del Ayuntamiento.

Y para terminar, por favor, no infravalores o insultes la inteligencia de la gente con el recurrido “….y tú más”.

¿No se trataba de de hacer las cosas mejor de lo que las hice yo?

La cruda realidad, para su oprobio e indignidad, es que aquello de la “democracia real” es una falsedad colosal.