sábado, 12 de noviembre de 2011
SABER LEER ENTRE LINEAS
Hasta el día de hoy ingenuamente creía que para poner una placa como recuerdo de la construcción de un edificio u obra cualquiera, para que en ella se escribiera un nombre con letras doradas, era necesario que, al menos, esa persona fuera la que en realidad hizo la obra y no aquella que, en su enfermiza obsesión de apropiarse del trabajo de otros, tiene la osadía de colocar una placa que advierte, con letras de molde y redacción grandilocuente, que el que fuera Centro José Saramago, reformado e inaugurado por el anterior Gobierno Local, es ahora otra cosa distinta que este Alcalde se atribuye como suya y la reinaugura como si la obra se debiera a su gestión o trabajo. Puede que ahora haya una moda nueva y cuando se inaugura un curso cualquiera, se coloca una placa que recuerda el nombre del Alcalde, su hazaña y la fecha de la portentosa “gesta”. Si continúa con esa novedosa modalidad y en habitual costumbre la convierte, faltaran paredes, muros y tapias para que este Alcalde estampe su nombre y con la pertinente placa recuerde lo mucho que, sin hacerlo, piensa que hace, aunque sea poco el mérito, nulo el orgullo, muchas las ínfulas de grandeza y poca o mal colocada la cabeza. Con esto que escribo, me refiero a la obsesión de un Alcalde que será recordado algún día como Miguel “El Breve” o Miguel “El Espía” y a esa pulsión obsesiva por dejar, como sea, su huella en la historia del pueblo. Por ejemplo, con placas que recuerden su nombre, en cada esquina, pared o hueco, aunque para ello no haya un objetivo motivo, ni su gestión todavía merezca el laurel o la orla que él se arroga y se otorga. Digo esto, lo opino y escribo, al leer la nueva placa colocada en lo que antes fuera un centro cultural dedicado a José Saramago, en ella queda escrito que el pasado mes de Octubre, el edificio quedó inaugurado, como logro de este Alcalde y en la fecha que él mismo ha inventado. Lo que no queda claro es si lo que se inaugura es la reforma y la obra del edificio o el comienzo de un curso. Supongo que, de haberlo, el merito recaerá en el que trajo el dinero, hizo la obra, gestionó el proyecto y lo inauguró primero, no en el que cree, obnubilado, con prepotencia y descaro, que merece ser homenajeado, con placa, medalla, redoble, timbales, fanfarrias y rimbombante boato, por los logros de un esfuerzo que él no ha gestionado o sudado. En este afán de recordar con una placa la efeméride de quien hizo este, aquella o aquel edificio, calle, camino, carretera u obra cualquiera, me pregunto si todavía estaremos a tiempo, si el Alcalde estará de acuerdo y si será pertinente, colocar una placa en cada fachada, con mi nombre adornada y convenientemente fechada, como memoria y recuerdo de las actuaciones que llevé a cabo cuando yo era Alcalde y gobernaba en el pueblo. Cualquier fecha elegida, para este poco probable homenaje, será bien recibida, sólo habrá que tener en cuenta, a juzgar por la labor realizada en mi etapa como Alcalde, que será preciso emplear toda una jornada, de la mañana a la noche e incluso hasta bien entrada la madrugada, para descubrir, una tras otra, las placas en homenaje y recuerdo de los frutos de una gestión que sí es, modestamente, constatable, verdadera y aplastante. Me permito aconsejar que en los tiempos que vivimos y con la enorme dificultad que supone gobernar en estos momentos tan adversos, más vale dedicarse a gestionar y gobernar con rigor, prudencia y seriedad. Por la cuenta que nos tiene, conviene que este Alcalde se deje de tantas florituras, inconsistencias , nimiedades y absurdos. Con lo dura y lo cuesta arriba que se está poniendo la vida, sólo deseo y espero que el aprendiz de primer Edil, aterrice de una vez, baje de la nube en la que vive instalado, abandone y regrese de su ilusorio cielo inventado y que, cuanto antes, ponga los pies en la tierra y con premura asuma la dura responsabilidad de gobernar con cordura, templanza, acierto y mesura.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Para jj- VIGILA A QUIEN PISAS AL SUBIR PORQUE TE LO ENCONTRARAS AL BAJAR, eso te paso jj, que descanses.
ResponderEliminar