De seguir por esta vereda o zigzagueante caminito, Don Paquito echará humo y perderá la paciencia, ante la ausencia de la prometida transparencia.
Espero que la opacidad del Equipo de Gobierno Local, no sea una cortina de humo generada por su propio puro.
¡Qué fácil es criticar o ver la paja en el ojo ajeno y mirar a otro lado o estar cegado por la viga de los errores e incumplimientos que le nublan la visión de sus propios fallos!
¿Tan difícil o complicado es dar a los vecinos cuenta y datos detallados de los sueldos que cobran Concejales y allegados?
¿Es exagerado pedir explicaciones convincentes sobre los gastos reales que suponen unos cuestionables asesoramientos legales?
¿Hay desatino cuando conmino al Alcalde a que revele el procedimiento empleado para arreglar, por ejemplo, un camino?
¿Son desafortunados los deseos de conocer la procedencia de los fondos usados o los proyectos redactados y la legalidad de actuar con criterios presumiblemente arbitrarios?
¿Es desproporcionada la preocupación que manifiesto de que se esté poniendo en grave riesgo la continuidad del proyecto más importante que se ejecutará en nuestro pueblo?
¿Será mucho pedir que el Alcalde asegure, sin resquicio o margen de duda, que no ha gastado en otro concepto, el dinero de la rehabilitación del castillo roquero, ingresado al Ayuntamiento por el Ministerio de Fomento?
D. Paquito, mi querida eminencia, entre calada y calada y bocanadas de humo, ármese de paciencia, pues era cuento o un bulo sin consistencia, aquella promesa de transparencia.
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