SIEMPRE CON MI ESTUPIDECES

“La política es quizá la única profesión para la que no se considera necesaria ninguna preparación”.

Robert Louis Stevenson

no sirven de mucho las “carreras” sin más o arrogarse más méritos y capacidades por tener una licenciatura, diplomatura o haber superado la "selectividad". La realidad nos demuestra que sirven de poco los títulos si no se tiene la cabeza bien puesta o si no hay esfuerzo, ganas, pasión y tesón.

Para gobernar un pueblo es más preciso y tiene más mérito, estar provisto de una férrea voluntad, del convencimiento y el denodado empeño de hacerlo. Vale más el ingenio, la astucia, las formas, los contactos o la capacidad de generar y liderar acertados proyectos. Con esto no niego el valor de quienes poseen el conocimiento que acredita un título universitario, muy al contrario pienso que precisamente lo inteligente es rodearse de quienes tienen tales méritos, preparación específica y conocimientos. El político perfecto es aquel que sabe rodearse de funcionarios eficientes y se deja guiar por profesionales bien preparados y es capaz de coordinar, liderar e involucrar en un proyecto de futuro para su pueblo a todos los que trabajan para el Ayuntamiento. Digo esto, porque si hay algo de lo que estoy satisfecho es de haber tenido el honor de llevar el timón de un “barco”, en el que, cada cual en su puesto, todos los empleados municipales se han sentido partícipes de un mismo proyecto.

El cuatripartito demuestra que ni los licenciados más preparados, sean Concejales, aspirantes u ocupantes de plazas de funcionarios, se libraron de estar parados antes de ocupar el cargo y así poder disfrutar de un puesto remunerado.

Es cierto que para el ejercicio de la política no se requiere o exige una titulación específica. Precisamente, la grandeza que esconde esta contundente evidencia, estriba en que cualquier vecino puede aspirar al gobierno de su pueblo o ciudad sin haber pasado por la Universidad.

El título necesario para ser Alcalde o Concejal, no lo da ninguna Universidad, ni se logra con un curso por correspondencia o por mucho estudiar. Lo expende, valida y rubrica el cómputo del democrático voto de la vecindad.

Lo imprescindible para liderar y alcanzar una eficiente gestión municipal, es saber rodearse y contar con la complicidad de funcionarios, técnicos y personal laboral en general, que te ayuden y orienten para gobernar, lo demás son pamplinas, pretensiones idiotas, jactanciosas ideas, vanidosas maneras e ínfulas de grandeza de engreídos que presumen de tener carreras y títulos, pero que carecen de lo esencial, de la capacidad, humillad, ganas, perseverancia y calidad para alcanzar el objetivo de gobernar con el bien común como meta y para trabajar por el bienestar general.