Ernesto Sábato decía que la vanidad es tan fantástica, que hasta nos induce a preocuparnos de lo que pensarán de nosotros una vez muertos y enterrados. Este sí es un defecto extendido, del que muy pocos quedan salvados.
Debo ser vanidoso, lo confieso, pues yo he pensado más de una vez, cómo y de qué mérito o valía será el rastro que deje cuando me abandone la vida, como sí pudiera verlo desde el cielo o desde las calderas de Pedro Botero.
Por si alguien no lo sabe, tendré que aclarar que cuando me refiero a este tal Pedro Botero, recurro a una forma coloquial de denominar al diablo y consecuentemente al infierno que sería su enorme caldero, de allí la expresión “las calderas de Pedro Botero”, relacionado con un infierno flamígero, físico y verdadero.
Aclarada la expresión, quede claro que eso de ir al infierno y cocerme en la caldera este cocinero apellidado Botero, es solamente una forma guasona de hablar. Aunque este Alcalde me tilde de “demoníaco” e “infernal” y piense que arderé sin remedio, o debería hacerlo, en el infierno.
En realidad, lo cierto es que ya vivimos en un averno, "demoníaco e infernal", en el que ardemos por pecar dando lugar a una gestión municipal, en la que el Alcalde, para no ser menos, es el mismísimo Pedro Botero, claro está, por vanidad.
Por propia experiencia se que la mejor y más segura cura para la vanidad es la soledad. La cuestión a tener en cuenta es sí esa soledad, reparadora y medicinal, es obligada u obedece a una opción personal.
Lo que yo pienso y entiendo, como verdaderamente cierto, es que la vanidad no es otra cosa que el amor propio puesto al descubierto.
Como solución a la falta de liquidez y dineros para sufragar tantos sueldos, habría una manera para que el Alcalde de la localidad resolviera todos los problemas de la economía municipal; : implantar una nueva fiscalidad, con elevados impuestos a la vanidad.
Si algo se, me aplico y ejercito, sin poner cortapisa, es que la única curación contra la vanidad es la risa.
La mejor rehabilitación para un vanidoso es reírse de sí mismo, burlarse y desinflar, hasta ridiculizarlas, las ínfulas de grandeza, la petulancia y la arrogancia.
Como epitafio para el vanidoso, con lo que escribió San Agustín acabo y termino con la lucidez de su palabra;
“La verdad purifica; la vanidad mancha”.
LA VERDAD DE JOSE JUAN LOPEZ RODENAS ES , DINERO , VIAJES DE PLACER, TRAFICO DE INFLUENCIAS, HOTELES LUJOSOS, COMILONAS, ESO Y MUCHO MAS ERA LA VIDA DE JOSE JUAN EN EL AYUNTAMIENTO DE CASTRIL.
ResponderEliminarLa soledad de la que tu hablas JJ es solo el principio de tu hostilidad y arrogancia, la soledad a la que tu jj te refieres es nada mas que tu forma de querer y amar, la soledad a la que te refieres es sin duda tu traición a todo un pueblo, la soledad a la que tu te refieres es sin duda tu rencor hacia los demas seres humanos, la soledad a la que haces mención es tu alma empobrecida y quemada, en total la poca o ninguna cultura y educación que usted le brindo al pueblo de castril.
ResponderEliminarsi el psoe de madrid y andalucia robo lo que no esta escrito, que es lo que robo jose juan con el psoe de castril.................ect
ResponderEliminarPero si debe la comilona de pilar y saramago, que descanse en paz, esta familia no se merece esto, pero de jose juan te puedes esperar cualquier cosa.
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