Es un caballo o una yegua salvaje, aficionada a la descalificación y al ultraje. Ni se asemeja, ni de lejos emula (esta mula), a la legendaria y heroica Babieca en que cabalgara aquel campeador héroe cristiano.
Es, más bien, el Othar del Rey de los Hunos, Aníbal el cruel, pues a su paso, como con el de aquel, ni la hierba nace, ni volverá a brotar y crecer.
A una velazqueña Menina me recuerdan su pelo y peinado, claro que sin perifollos, greñudo y alborotado. Aunque, ya que lo pienso, como no es amiga de miriñaques y faldas, más que Menina, sería una sota de bastos, copas o espadas.
¡Qué manía le tengo! ¡Qué repugnancia! Se me nota a la legua y, para hacerle frente, con excesiva saña, no escatimo en epítetos, groseros, hirientes y zafios. Está mal, lo admito, lo hago y no me enorgullezco de ello, pero de las tripas me sale y no soy capaz de evitarlo, callarlo o disimularlo.
Nos une y repele una evidente ausencia de afecto o, más bien, un furibundo y mutuo sentimiento de odio y desprecio. Yo conozco bien a esta yegua, más de lo que quiero o ella quisiera. Ella, este Othar castrileño, no me conoce, aunque se jacte de hacerlo y tan pésima sea la opinión que ofrezco y el valor que le merezco. A nadie extraña y considero, que de sus enemigos la negra lista encabezo y que es público y notorio su empleo en denodados y viles esfuerzos para pertrecharse con munición con la que tirar a matar para verme hundido públicamente, deshonrado y, a ser posible, como un fiambre bien muerto.
Ella, este beligerante y displicente jumento, carga, apunta y a bocajarro dispara. Yo, como el torpe “Burro Platero”, me defiendo, blando la espada y me protejo con el escudo de la buena conciencia con la afronto mi vida, con la calidad humana como meta a llegar y con la humildad, exigible, real y vital, para reconocer y asumir los errores o faltas y, a pesar de ellos, vivir con el convencimiento y la reconfortante tranquilidad que me procura el fruto del trabajo bien hecho, sin intenciones aviesas, ni pretendida maldad.
No me cansa recordar con denuedo, reivindicar con orgullo y reconocer con empeño, que mi familia es el más valioso sostén con que cuento y mi mejor refugio de protección y sosiego. No puede decir o sentir lo que yo afirmo y siento, quien arrojó a la calle a quienes le unían los lazos fraternos y hacerlo sin remordimientos o escrúpulos y con ausencia absoluta, atisbo o asomo de buenos sentimientos.
Un hombre al que estimo, que es sensato, sincero, imparcial y ponderado, me dice que no comparte, ni entiende, la negativa opinión que me produce el citado “caballo”. Como su opinión me merece una oportuna y meditada reflexión y si el caso se diera de que en esta pelea ande escaso de tino o la razón no tuviera. Si mis argumentos y la negativa opinión que tengo de ella fueran el fruto de un lamentable error, me tragaré mis palabras y no tendré empacho alguno en pedir y enmendar, arrepentido y sincero, el necesario perdón y la caridad de obtener la redención de tan innoble pecado.
Mucho me temo, visto lo visto, vivido y viviendo lo que hoy vivo yo, que más bien será ella, aunque nunca lo haría, ni hará, la que me pida redención del pecado y el consiguiente perdón.
Quede claro que en momento alguno desvelo la identidad del caballo. Podría escribir y como broche lo hago, la recurrida apostilla o el vano argumento que avisa de que cualquier parecido deducido o supuesto con la realidad de estos personajes "ficticios", ya sean caballos, yeguas, jumentos, sotas, meninas, burros, asnos, cuervos o grillos, son solo fruto de mi imaginación y no tienen nombre, identidad o clon. Cualquier semejanza con la realidad es, por tanto, el fruto de la azarosa casualidad.
Ya, ya me doy cuenta que no hay quien se trague esa bola de pretendida, arbitraria, supuesta, presunta e inocente casualidad. En mi descarga diré que, en verdad, en lo que escribo, guste o no guste, prevalece y descuella el ejercido derecho a expresarme en total libertad.
Si la espuela espolea al caballo, si mis palabras escuecen y ofenden o no son de su agrado. Si no las guardo o las digiero en solitario y si no me las callo, no es más que por el resultado, espejo o reflejo, del escozor, dolor y el daño de las coces que me propina a diario el mentado caballo.
No soy buen cristiano y adolezco de la virtud, santidad y valentía que proclama la Biblia con su sabiduría. Cuando me cruzan la cara con una guantada, no soy capaz de ofrecer la otra mejilla para recibir la segunda bofetada. Mis padres me inculcaron los valores cristianos, a perdonar y a ofrecer el perdón, a ser educado, respetuodo y a evitar la confrontación, pero los palos que atiza la vida también me han enseñado a ser peleón y, llegado el caso, a defenderme y recurrir a aquella antigua y cruel Ley del Talión, en la que como sentencia prevalece y se ejerce siempre aquello del "Ojo por ojo, diente por diente".
Mejor vuelvo a fantasear y escribir del ballet, el arte y la cultura, así me olvidaré de la mala sangre que me produce y procura esta "dichosa" criatura. Además, lo cierto es me quedo con un gusto amargo y no demasiado contento, me pesa la mala conciencia de haber sido duro en exceso y pienso que quizás no merezca la pena colgar este escrito, que no me convence y de cuyo valor ya dudo y reniego.Vuelvo al Libro Sagrado y me escudo en otra dura sentencia con la la que el romano Pilatos justificó el epitafio colgado en la cruz del Nazareno, "Lo escrito, escrito está", para rememorar el bíblico suceso, semejante máxima aplicaré a este controvertido texto
MIKE DICES LA VERDAD, EL JJ ES LA PERSONA MAS RASTRERA Y MALA GENTE QUE ME SE A CRUZADO EN LA VIDA CON DIFERENCIA, ESTE GAÑAN POR DECIRLE ALGO A COMETIDO TANTAS INJUSTICIAS QUE QUEDARA COMO EL PEOR DE LOS ALCALDES DE CASTRIL, UNA ACTUACION CATASTROFICA LA DE EL EXALCALDE. TANTO PARA EL Y SOBRE TODO PARA UN PUEBLO ENTERO QUE LO TENIA ATEMORIZADO, OPRIMIDO, Y CON UN SARCASMO BESTIAL, A ESO NOS SOMETIO JOSE JUAN LOPEZ RODENAS, DIGO EL NOMBRE COMPLETO PARA QUE NO HALLA MALOS ENTENDIDOS, DESPUES DE SALIR DE ALCALDE SE DEDICA A FLOREARSE Y A INSULTAR A TODO EL QUE LE VIENE EN GANA, PUES VAYA ALCALDE QUE TENIAMOS ENCIMA DE MALO FALTON Y CON MALA EDUCACION, LOS POLITICOS DE GRANDES ALTURAS TOMARAN NOTA DEL NIVEL DE CULTURA DE ESTE AGRE, SU MALA GESTION LE PASO FACTURA SUS JUNTAS Y ALIADOS Y MALOS CONSEJEROS Y SOBRE TODO LAS AGUAS BRAVAS DE TODO UN RIO LO LLEVARON AL PRECIPICIO TOTAL Y PERSONAL QUE ES EL QUE MAS DUELE, LO SIENTO TE DIMOS 9 LARGOS AÑOS PARA QUE DEMOSTRARAS TUS CAPACIDADES CULTURALES PERO LAS MALAS JUNTAS TE MUTILARON TU CAPACIDAD DE PENSAR EN UN PUEBLO Y SU GENTE,EN 9 AÑOS NO AS CONSEGUIDO HACER NADA, CUATRO CALLES LAS QUE MAS VOTOS TE PROPORCIONABAN, TERMINAR UNAS PISCINAS QUE TU MISMO PARALIZASTES, EL CENTRO SARAMAGO ES UN CATACLISMO, LOS NUEVOS REGADIOS UNA MENTIRA ENCIMA DE OTRA, ESO SE LLAMA ENGAÑAR AL PUEBLO, BUENO ME PARECE QUE YA ESTA TO DICHO NO HAS HECHO NADA, PERDONAR LAS FALTAS DE ORTOGRAFIA QUE TENGA PERO ES QUE NO TENGO LOS ESTUDIOS DE JOSE JUAN LES PIDO DISCULPAS, BUENO UN SALUDO A TODOS MENOS PARA TI JOSE.
ResponderEliminarDE PULGAS Y OTROS BICHITOS CAUSANTES DE ENFERMEDADES.
ResponderEliminarAquella tarde fui al café. Había vuelto de un largo viaje y me encontraba mal.Las mesas del bar que invadían El cantón,colocadas frente a una fuente de agua estaban vacías.Dentro unos hombres jugaban al dominó.
Me sorprendió que no hubiera nadie atendiendo la barra.Otros dos hombres a mi izquierda aguardaban impacientes la llegada de más, para poder compartir y completar una partida.
Pregunté si habían visto al camarero. Ellos se limitaron a señalarlo con un leve movimiento de cejas.De pronto un semihombrecillo me clavó unos ojos como esnifados de pegamento que me decían que él era el camarero por quién yo preguntaba.
Su olor aún sigue ahí colonizando mi recuerdo. No pude tomarme el café, ni pude comer, ni aquella noche dormir. Nunca jamás, en la vida, aquella personilla que se me quedó mirando un rato me dio tantas señales con sus faros delanteros.Instintivamente decidí ignorarlo y salí de aquel bar sin saber que sucedería años más tarde.
Tengo prisa mascullé.Salí y fui a la fuente a mojarme con un paño, después activé el parabrisas, miré hacia atrás y él seguía observándome en silencio allí plantado.
Su olor fuerte,pesado, como la gravedad, no podía detenerlo.Me perseguía y se quedó detenido detrás.Eché andar y el olor me perseguía, a correr y me perseguía.Observé mi ropa:camisa blanca,pantalón vaquero,zapatillas rojas y el olor negro que me invadía.
El mundo a veces nos da pistas.La intuición que es un concepto básico del conocimiento,es directa e inmediata y en mi persona la acepto como elemental y evidente.
Ese mal olor que aquel camarero destilaba, me produjo una reacción emotiva y determinante, que me ha llevado con el transcurso del tiempo a un pensamiento que he asimilado como verdadero.
No lo puedo explicar,pero así es.
Ni los beduinos,nómadas del desierto,que sudan y cuidan con verdadero mimo el agua que constantemente buscan, aguantarían la circulación de un aire contaminante: el de este pueblo de los últimos años.
Ni el protagonista de El perfume, Jean Baptista Grenoville( rana en castellano) aguantaría olor tan putrefacto.
Nosotros lo olemos,pero él carece de sentido del olfato para olerse a sí mismo. Ni sabe el olor propio que tiene,que es olor a toxina,a mal tiempo,a enfermedad. Ha creado una fragancia propia de vísceras,de carroña,de huérfano de amigos,de traidor de amigos(solo lo arropa parte de su familia),de pescado descompuesto que estrangula la libertad,la bondad,la verdad,la amistad
Su placer es producir mal olor,extenderlo,incorporarlo a la atmósfera,matar jóvenes y mezclar su olor con las flores,curtir decepciones como objetivo vital.
Esto es lo que yo percibí cuando fui a tomar café:una brisa que soplaba imponente, que avanzaba apresurada a arruinar todo lo que impregnara.
Continuará
en alusión al comentario anterior.-
ResponderEliminarparecido a una mofeta!