Cada día está más cercana y más próxima la mañana en que todos descubran que un beso no convirtió al “príncipe” en rana. Y, como gobierna como gobierna, no hay más futuro que caer al precipicio o entrar en barrena. Si uno no tiene muy bien amueblada la cabeza, si desoye los consejos de gente que entiende y sabe y si, para colmo de males, se deja llevar por una asesora que arrastre fama de camicace, que confesados nos coja a todos y en especial a sus Concejales. Como él, ellos y ellas, serán responsables de sus desmanes. Cuestionable parece la presunta estrategia, cuando no ilegal totalmente, de dejar de pagar las deudas a proveedores que trabajaron para quien gobernó antes, como si eso fuera posible o legalmente admisible y como si fuera correcto pagar antes lo de ahora y traspapelar lo restante. Tal despropósito sólo se entiende desde la temeridad o la ausencia del conocimiento de la obligación y el debido respeto a que estamos sujetos para cumplir con la legalidad, realidad de la que no nos exime esgrimir como excusa el desconocimiento de lo legal o irregular. En eso se basa mi insistente argumento y sabio consejo de que es esencial y fundamental para un Ayuntamiento contar con el asesoramiento legal de un funcionario público con rango de Secretario Municipal y no guiarse por altruistas asesores legales, con bagaje y experiencia, cuando menos, dudosos y cuestionables.
Por más que algunos cubran de besos a esta temeraria rana, no lo convertirá en un príncipe azul, adalid de los valores más altos y pura actitud, ni el toque de la varita mágica de un hada en su testuz.
De nada sirven beso, mágia, morreo o abrazo, es y siempre será rana, salamandra, sapo u otro verdoso batracio.
De nada sirven beso, mágia, morreo o abrazo, es y siempre será rana, salamandra, sapo u otro verdoso batracio.
No sería malo, ni irían desencaminados, que cada Concejal del “cuatripartito” pidiera asesoramiento legal a sus respectivos partidos políticos, de su consejo y experiencia en cuestiones de legalidad, aprenderán cuales son las normas que rigen, priman o marcan la buena gestión de un gobierno municipal y que atajos, trucos o trampas es aconsejable no traspasar. Digo esto partiendo de la base y presumiendo que ninguno de ellos o ellas actúa a sabiendas de hacerlo mal, conscientes de que pudieran vulnerar la legalidad o con animosa intención y dolosa voluntad.
Mientras tanto yo me pregunto, como todos los vecinos del pueblo lo harán, dónde está el cambio en las formas o el fondo de esta pretendía “democracia real” y qué no hace el Alcalde y cada Concejal, que no sea semejante, peor o igual, a lo que yo hice antes y se me criticó con tanta virulencia y agresividad. Tengo la impresión, en los hechos me apoyo y saco como conclusión, que al galope han perdido fuelle las palabras y las promesas con las que se llenaron la boca, embaucaron y aprovecharon la ingenuidad, buena fe y confianza que la gente les quiso depositar.
Al final la realidad, descarnada y cruda, viene a reafirmar que todo lo criticado al oponente, falso o real, se repite en semejante medida o con más desvergüenza y total ausencia de honestidad. Basta con referir los beneficiarios de los contratos de trabajo y el modo de contratar o a las empresas vetadas a las que no se permite trabajar y las que se contratan a dedo como presunto pago a su lealtad o la persecución obsesiva a empresarios y ciudadanos a los que han colocado en el punto de mira acusados y represaliados por mantener conmigo una relación de amistad. Parece ser que es condición indispensable, si es que para el Ayuntamiento se quiere trabajar, no mantener o cultivar una relación de amistad con el que fuera Alcalde de la localidad, de lo contrario se toparán con la desagradable realidad de que se cerrarán todas las puertas del Ayuntamiento y se esfumarán las posibilidades de trabajar con este Equipo de Gobierno municipal.
Al final la realidad, descarnada y cruda, viene a reafirmar que todo lo criticado al oponente, falso o real, se repite en semejante medida o con más desvergüenza y total ausencia de honestidad. Basta con referir los beneficiarios de los contratos de trabajo y el modo de contratar o a las empresas vetadas a las que no se permite trabajar y las que se contratan a dedo como presunto pago a su lealtad o la persecución obsesiva a empresarios y ciudadanos a los que han colocado en el punto de mira acusados y represaliados por mantener conmigo una relación de amistad. Parece ser que es condición indispensable, si es que para el Ayuntamiento se quiere trabajar, no mantener o cultivar una relación de amistad con el que fuera Alcalde de la localidad, de lo contrario se toparán con la desagradable realidad de que se cerrarán todas las puertas del Ayuntamiento y se esfumarán las posibilidades de trabajar con este Equipo de Gobierno municipal.
No exagero al describir esta cruda realidad que vivimos y que se muestra bastante alejada de lo prometido y recalcado hasta la saciedad. Si es verdad que yo lo hice mal y que era tan malo o que actuaba con inquina y maldad, como a todo hay quien gane y este Alcalde apunta maneras y muestra visos de que me ganará, al pelo le viene el popular dicho que avisa de que “otro vendrá que bueno me hará”.
A tí no te hacen bueno ni aunque volvieses a nacer. Mala persona. Y lo que con besos uno no se convierte en principe, no hay más que verte la cara de sapo escapado de olla brujeril que tienes. Y mira que te han dado besos, abrazos y lametones en el culo.
ResponderEliminarEl problema es que los lametones en el culo se los han dado siempre los mismos, Melitón, Miguel el Fontanero ,Lázaro el Taxista y varios más, y el tío a creado un callo en el culo que ni el Cesar el panadero de los Chavos puede rompérselo a fuerza de puntazos.
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