La memoria me falla o, mucho me temo, que extravié el recuerdo al que se refiere el Alcalde como vivido y cierto. Por más que me empeño en escudriñar en mi cerebro, al rememorar las imágenes y los reflejos de los encierros de antaño, semejanzas no encuentro con el nuevo modelo de los presentes festejos. Recuerdo a gañanes, mozos y mansos, a las bravas reses que retornaban año tras año, los nervios, la adrenalina que excitaba a castrileños o forasteros y que generaba la alerta ante la llegada de las vacas, conducidas por sus ganaderos y la excitante la duda de si venían por el llano o por la cuesta de Tubos o si ya encarrilaban el Cuartel y para llegar a la plaza, por la calle Morote, asomaban al trote. Esa era la tradición de los encierros y toros de Castril, nada que ver con el controvertido “Toro de la Vega” o con las carreras de los encierros de San Fermín. Lamento si mi débil memoria me nubla el recuerdo, pero la impresión que me invade y el pálpito de mi corazón, es que no está muy clara la idoneidad, oportunidad y la razón de los pretendidos cambios en nombre de la tradición.
Si a la tradición se recurre, como si fuera una santa de altar, lo que arraigada costumbre era que el montaje del coso taurino no comenzaba hasta que los Patronos no recorrieran las calles en su día más grande. No es que el hecho sea grave, pues no hay nada que desluzca o merme un día tan destacable.
Lo que me preocupa e inquieta es que en un momento tan duro y difícil y con la incertidumbre que nos acecha, con temeridad y notoria osadía, se multipliquen los gastos en fiestas y finalmente todos paguemos el precio de la insensatez, descontrol e imprudencia de tan evidente dislate.
Insisto en que no sería extraño y es muy posible que la memoria me falle y que en realidad sea verdad, que cuando el Alcalde era chico y todavía no había caído del guindo, si es que de ese ilusorio árbol algún día cayó, la tradición de los nuestros encierros era como él la imagina o soñó.
No es traidor el que avisa, máxime cuando con mi voto apoye tales cambios sin la necesaria prevención y sin ser consciente de que tras esta supuesta recuperación de la tradición, se escondía la temeraria osadía de celebrar tan esperados festejos con tal ausencia de cordura, mesura y necesaria precaución.
Mucho me temo que, si no se imponen la cordura, la mesura y buen juicio, pudiera ocurrir, que perdiera sentido el popular dicho, ”TAN CIERTO COMO LOS TOROS DE CASTRIL”.
So fascista te gastastes 100,000 euros en las fiestas de fatima tu solito mamon que maldito eres eres un vulgar ladron me das asco
ResponderEliminarNo le hagáis caso es como la novia despechada a la que han abandonado en el altar. Te lo pido Pilar del R. llevatelo a donde sea, tu tienes sitio para muchos inútiles, en la hora que le dijiste a este pequeño fascista que escribiera, Si Saramago levantara la cabeza................. , Cuidado Alcalde que como pueda te follará, pondrás tu el condón y tendrás la culpa por ser guapo.
ResponderEliminarlo que te jode que el nuevo equipo de gobierno lo esta haciendo 1,000,000 de veces mejor que tu, y eso te jode lo mas grande, hay que saber perder en esta vida y tu estas demostrando que no sabes perder ni ganar.
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