MARCO AURELIO

El verdadero modo de vengarse de un enemigo, es no asemejársele.
Marco Aurelio

Aguda la conclusión a la que llegó este patricio romano y oportuno en momento para citarlo. Los siglos no le han mermado vigencia o razón a lo dicho por tan ilustre ciudadano, ni el tiempo pasado ha restado valor a tan oportuno y sabio argumento.

Hace algún tiempo todos los periódicos, radios y televisiones del mundo, se hicieron eco de un hallazgo arqueológico y artístico de gran interés. Durante unas excavaciones llevadas a cabo por arqueólogos belgas de la Universidad de Lovaina, en la ciudad romana de Salagassos, al oeste de la actual Turquía, aparecieron los restos de una estatua colosal del emperador Marco Aurelio. Concretamente aparecieron restos de un brazo, de un pié y la cabeza. Curioso verdad, todavía aparecen vestigios de su enorme poder y presencia, pero a mí me da la impresión de que hay más vigencia y sutileza en lo que dijo y sigue mantenienso su esencia, algo que solo puede ser fruto de una portentosa inteligencia.

Marco Aurelio fue uno de los emperadores de la dinastía de los Antoninos, y gobernó Roma entre los años 161 y 180. Aunque nació en Roma, en muchas de sus biografías se alude a su origen hispánico. Así que como presumimos que era “español”, más nos sirve, más oportuna, acertada y cercana es la lección que permanece en la contundente sentencia que nos dejó.

Como os considero lo suficientemente despiertos y listos, no creo que sea necesario que me extienda con una concienzuda disertación para explicar, deshojar y descubrir el meollo escondido en las pocas palabras de una sola oración. No quiero decir que Marco Aurelio rezara con estas palabras, me refiero al concepto de frase, ya sea en latín o en español.

Lo cierto es que rescato la sabia sentencia del gran emperador Marco Aurelio, que gobernó con acierto y criterio, el vasto Imperio Romano, además siendo español, para que de su contundente lección, tomen nota algunos y empleen su esfuerzo, medios, ganas y tiempo en hacer las cosas mejor.