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Anoche me llamó mi hermana mayor para contarme asombrada que en la tercera entrega de la interminable entrevista que el Alcalde concedió a un empurado bloguero, afirma, este edil cicatero, que este año las fiestas fueron mejores porque gracias a él se superaron enfrentamientos y pretendidos rencores. Se olvida, imprudente, que las fiestas las hace la gente. Ni de él ahora, ni mío antes, es el mérito del triunfo o fracaso, de lo bueno o lo malo, de fiestas y toros. Con él, sin él, conmigo o sin mí, las fiestas tendrán el ambiente que imprima la gente y que en el caso de Castril, como diría “Jezulin”, es “imprezzionante”.
Este Alcalde no pierde ripio o comba para darse a sí mismo lustre, mérito y pompa.
Si le hace feliz, le consuela y le merece la pena, que no se contenga, que siga con las insípidas retahílas de insidias y con sus típicos y tópicos despropósitos.
No es de él la autoría y el humo, de la pluma de otro iluminado procede, está escrito y dictado, presumo.
Si lo que pretende este Alcalde, sibilino y taimado, es recurrir siempre a lo que yo hice en el pasado, tardará poco en cerciorarse de que esa sombrilla tan recurrente dejará pronto de servirle de exusa o parapente.
Son suyos, el poder, el sillón y el bastón de mando, los tiene en su mano, deseable sería y muy acertado que no pierda más tiempo, que dos años pasan volando, en cargar las culpas en los lomos de otro o en el pasado.
Este Alcalde, lo que teme y le sucede, es que pasará a la historia como Miguel "el Breve" y si así no fuera y gorbenara los años que yo goberné, le juzgaremos, entonces, con el desprecio, injusticia y dureza que hoy me brinda él.
El señor Miguel, te miraba la mano no fueses a quitarle el Reloj al saludarle, ya se sabe los socialistas te roban y no te das cuenta.
ResponderEliminarTu hermana mayor es tonta y tu mas.Mas vale salir como Miguel el breve y no cmo Jose Juan el vende rios.
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