PASTILLAS DE LA TENSIÓN

Pienso que, a veces, el Capitán “Tor Pon” actúa como las famosísimas pastillas de la tensión, “sin tron”…….. y sin son. Digo esto porque no parece que sopese y mida sus palabras en algunas de sus intervenciones, lo mismo desacredita el trabajo del Guardia Civil, aunque luego invite a una copa de vino español para celebrar el día de la Patrona de la Benemérita, que pone a caldo al Subdelegado del Gobierno por su supuesta “inoperancia”, algo que, conociendo como conozco a D. Antonio Cruz, no tiene demasiado sentido o razón. No entiendo qué busca el Alcalde con unas afirmaciones tan innecesarias e inútiles, como inoportunas.

Él sabrá lo que se cuece en la hoya de su cabeza o lo que, para y por él, otros cocinan y condimentan.

Para la Guardia Civil de Castril, para los agentes que componen el Puesto, sobre todo, para el Sargento, mis mejores deseos, mi consideración y absoluto respeto. Dos ex alcaldes castrileños sabemos bien lo difícil que resultó reabrir el Cuartel de Castril y traer nuevamente a la Guardia Civil.

El año pasado, en los mismos actos que hemos celebrado hoy y en la solemne misa en Honor de la Virgen del Pilar, quise que Joaquín Fernández (como yo, ex alcalde) se sentara a mi lado, en el sitio de honor, aceptó encantado y tan destacado lugar ocupó como reconocimiento y por el mérito que con su gestión se consiguió. Hoy me pidió el Sargento que yo ocupara tal lugar y asiento, junto al Alcalde y él. No acepté, por supuesto, pues si al llegar el Alcalde a la Iglesia en tal lugar me encuentra, habría visto con desagrado que se me presta tal deferencia y honor. Así que preferí ocupar otro asiento, dar un paso atrás y asistir a los actos como otro ciudadano más.

Esto, que es una simple anécdota y que, como tal, carece de importancia vital o transcendencia, es un buen ejemplo de la falta total de tacto y de la ausencia de los más elementales gestos de respeto y protocolo hacía los miembros de la oposición.

Por eso no deja de ser llamativo que D. Miguel Pérez se llene la boca y se regodee en sus logros con la pretendida “reconciliación social” que él ha propiciado y con la que, de un plumazo, ha acabado con los “enfrentamientos” en Castril. Será por eso, en nombre de esa “reconciliación”, que no se ha dignado a invitar a uno sólo de los actos de estas fiestas a los que son, aunque le joda, Concejales electos del Ayuntamiento de Castril. Alguien dirá que no son necesarias las invitaciones, el respeto y las atenciones a los miembros de la Corporación Municipal, yo no opino lo mismo y lo digo siendo consciente de los reproches que se me pueden hacer a mí al respecto. Este nuevo Equipo de Gobierno no se ha cansado nunca de repetir que ellos pretenden cambiar cuanto de malo hubo en mi gestión, desde luego, en lo que respecta a los Concejales de la oposición, esa máxima no parece de aplicación