Se podría decir, de aquel que un día fuera Alcalde, esa lapidaria sentencia de la que Adán es culpable, por morder de la fruta prohibida, porque además de ganarte el pan con el sudor de la frente y, aunque no lo quisieras, sufrirás aquello de que polvo eres y en polvo te convertirás a la postre.
Y es que un ex Alcalde es como el polvo y sus mismos problemas le acechan, pues de la calle lo toman, en la calle lo dejan, a todas partes entra y de todas lo echan.
Pero, como un clavo, yo soy un hombre con cabeza y aunque sea sin manos o con un solo pie, cuando con más fuerza me golpean, mejor me sujeto a la pared
JJMar, no te adaptas en la oposición, eres un egoísta ambicioso de mierda.
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