Viendo estas fotos me he acordado de que, sí es importante no tirar piedras en nuestro propio tejado, no es desdeñable el consejo de no ofender al que es capaz de taparte la puerta con peñones pesados porque le has molestado.
Lo digo porque a mí me ha ocurrido y un día, al llegar a mi casa, para entrar tuve que hacer escalada, porque un vecino, presuntamente agraviado, no tuvo otra ocurrencia que mostrar su disgusto o molestias, enterrando mi puerta con toneladas de piedras.
Conociendo mi afición por colocar por doquier macetas y piedras, la gente pensó que era mía la ocurrencia y que se me había ido la cabeza colocando ese montón de piedras para adornar mi puerta.
Merceditas, que no pudo entrar al portal de su vivienda, creyó que esta vez, su vecino se coló con una idea tan moderna y excéntrica.
Es fundamental darse cuenta e importante que todo Alcalde aprenda, que no conviene incomodar a un vecino que todo lo arregla con peñones o piedras.
Aquel día no sólo llenaron mi puerta de piedras, pues faltó poco y casi me tiemplan.de
Lo cierto es que ya me olvide de la afrenta y no se la tengo en cuenta, porque con el tiempo ha quedado en una disparatada y graciosa anécdota.
Joder macho, ¿pues si que tiene casas JJMar, aunque tengan piedras en la puerta?
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