Si hay algo que siempre he tenido en cuenta y he sabido, es que lo difícil no es tratar y conservar a un amigo, lo complicado es lograr hacerse amigo del enemigo.
Por eso no encuentro nada de malo, ni el tiempo lo doy por perdido, en intentar limar asperezas, corregir afrentas o buscar sintonía y acuerdo en lo que antes eran diferencias.
Algunos me critican duramente por esta manía mía de hablar o escribir de forma abierta y sincera e insistir en admitir mis fallos, contradicciones o controversias en muchas cuestiones y temas.
También me cuentan que la Concejala de Cebas, que para más señas, es la señorita Isabel Iruela, se ríe a boca llena de lo que escribo y hablo sobre mi reunión con Alicia de una forma tan honesta y sincera. Es bien sabido y así lo manifiesta ella, que si a mí me odia, a la otra no puede verla y la detesta.
Claro está que, al menos, con Alicia se puede hablar de una forma educada y correcta, a pesar de la diferencia de opinión que se tenga o del divergente criterio que sea. Algo que es imposible con ella, porque Maribel, en vez de hablar, como una mula cocea.
Tanto en la vida real, como en la política municipal, el amigo es aquel que te cuida la espalda mientras tú se la cuidas a él.
Mira JJmar, tu lo que quieres es hacerle la pelota a Alicia, para llevarla al huerto, pero ella es más inteligente que tu y tomo una decisión de honestidad para con su pueblo en su momento, al contrario que tu, cuando vendiste el rio ladrón.
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